Uno de los hijos de Telleldín fue acuchillado y amenazado

Uno de los hijos del reducidor de autos Carlos Telleldín, detenido como presunto integrante de la conexión local que intervino en el atentado contra la sede de la Amia, fue atacado ayer por desconocidos que lo acuchillaron en una pierna y profirieron amenazas contra su padre. El caso fue revelado por Luis Sasso, abogado de Telleldín en el juicio oral y público que se lleva adelante por el ataque a la mutual judía.
"Esto es para que tu viejo deje de hablar", advirtieron los desconocidos al hijo de Telleldín, según relató el abogado del reducidor de autos acusado de entregar a un grupo de ex policías bonaerenses la camioneta Renault Traffic supuestamente utilizada para cargar los explosivos con los que se cometió el atentado del 18 de julio de 1994.
Sasso precisó que el episodio ocurrió ayer a las 6, cuando los hijos de Telleldín, ambos adolescentes, atendían una parada de diarios situada en la localidad de Munro, al norte del Gran Buenos Aires, donde reside con su familia.
Junto con ellos se encontraba el hijo de un anterior matrimonio de la esposa de Telleldín, de nombre Damián.
De acuerdo con el letrado, dos desconocidos se acercaron hasta la parada y amenazaron a uno de los jóvenes.
"Uno se hacía el que lo protegía y el otro todo lo contrario, le decía que su padre estaba hablando demasiado en el proceso" que lleva adelante el Tribunal oral federal número 3, a cargo del juicio, expresó Sasso.
El letrado dijo que en un momento, uno de los desconocidos extrajo un cuchillo y le efectuó un profundo corte en una pierna al adolescente.
Los tres jóvenes fueron hasta la guardia del hospital de Vicente López donde al herido le aplicaron tres puntos en una pierna, tras lo cual le dieron el alta y se dirigieron a la vivienda familiar en busca de su madre.
Sasso vinculó la agresión con la declaración que efectuó su cliente ante el tribunal el último jueves, en las que volvió a cuestionar la actuación del juez instructor de la causa Juan José Galeano y los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia.