Diego Veiga / La Capital
Con el precio del gasoil por las nubes, los de las naftas en la estratósfera, y todos aumentando día a día, una nueva modalidad delictiva comenzó a tener un notable auge en la ciudad. Se trata del robo de equipos de gas natural comprimido (GNC), los que luego son revendidos en el mercado ilegal. El delegado regional del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargás), Luis Moriondo, admitió que en Rosario "todos los días se roba un equipo de GNC". Es más, sólo en la sucursal local de la compañía de seguros La Segunda se registran por mes diez denuncias de autos robados, de los cuales cuatro tienen equipos de gas. El secretario de la Cámara del GNC Rosario, Ricardo Ciavarro, no dudó en calificar este auge de robos como "de terror".
Según explicaron los productores de seguros consultados, la forma de sustraer los equipos suele ser bastante similar en todos los casos: Los ladrones roban los vehículos y a las 24 o 48 horas aparecen los autos pero sin los tubos de gas.
Claro que esta modalidad se da en los coches más antiguos, como los Ford Falcon, Torinos o Renault 12. Los más nuevos suelen no aparecer más. "Se los desguaza completamente para vender todos los repuestos", explicó un productor de seguros.
El subjefe de la sección Sustracción de Automotores de la Unidad Regional II de policía, Francisco Borgorati, admitió que "sólo en una noche se llegaron a robar en Rosario cuatro autos, de los cuales tres tenían GNC". Si bien admitió que esa clase de robos tuvo un "importante incremento" en los primeros meses del año, no pudo determinar el número exacto de casos.
Sólo en la sucursal local de la compañía aseguradora La Segunda ingresan por mes 10 denuncias de robos de vehículos. "El 40por ciento son autos que tienen equipos de GNC", señalaron desde la sección siniestros.
Lo cierto es que ese número es por demás de alarmante para los productores de seguro, ya que el año pasado el promedio de denuncias por robos era de unos tres vehículos mensuales.
Lo mismo sucede en la aseguradora San Cristóbal, donde admiten que "se incrementó el robo de autos para sustraer los equipos de GNC". Es más, en esta compañía detectaron un aumento en el número de asociados que optan por asegurar los equipos.
Los tubos de GNC son asegurados en montos que varían entre los 1.500 y los 2.000 pesos, lo que implica un aumento de unos cinco pesos en la cuota mensual de un seguro contra tercero completo (robo e incendio total y parcial).
El auge en el robo de equipos es visto con preocupación desde la Cámara del GNC en Rosario, que agrupa a más de 70 talleres habilitados en la ciudad para la colocación de tubos de gas en vehículos.
El secretario de la entidad, Ricardo Ciavarro, no dudó en calificar la situación como "de terror", y subrayó que en la ciudad "hay un montón de talleres trabajando de manera irregular. Hay muchos que no están autorizados por el Enargás", indicó.
Ciavarro reveló que un equipo de GNC nuevo cuesta actualmente entre 1.800 y 1.900 pesos, pero admitió que en el mercado ilegal "puede conseguirse por unos 800 pesos".
En un intento por frenar esta nueva modalidad delictiva, el Enargás endureció los requisitos para instalar equipos. "El auge en los robos determinó que se cambiaran las normas para dificultar la colocación de tubos sustraídos", explicó el delegado regional del Enargás, Luis Moriondo.
El funcionario destacó que a partir de ahora cada colocador de GNC deberá consultar en un registro informático el número del equipo a instalar. De este modo se podrá saber la procedencia del tubo.
Hasta este cambio, los talleres recolocaban equipos con la sola presentación de una denuncia policial de extravío. "Había gente que nos decía que habían perdido los papeles del equipo de GNC y volvían a tramitar su colocación", admitió Ciavarro desde la Cámara local del GNC. Este mecanismo, permitía blanquear la colocación de tubos robados.
El robo de equipos también suele ir acompañado de la comercialización de obleas truchas que autorizan a transitar con GNC. "Están circulando algunas obleas falsificadas pero el trabajo de adulteración es muy burdo", consideró Moriondo.
Para los talleristas, la colocación de obleas truchas es una actividad que "se realiza paralela a la instalación de equipos robados. Los talleres ilegales suelen colocar los equipos y conseguir las etiquetas falsas", detalló Ciavarro.
Quien le pone paños fríos a la situación es el subcomisario Borgorati. Para el policía, "el robo de autos disminuyó en los últimos días debido al endurecimiento de los requisitos para instalar equipos de GNC que fijó el Enargás". A esta situación le sumó la desarticulación en Rosario de "unas cuatro bandas" de ladrones de vehículos.
No obstante, el índice de robos en la ciudad sigue siendo alarmante. Según un informe publicado por La Capital el mes pasado, en lo que va del año se sustrajeron más de tres autos por día, y en abril pasado desapareció el doble de vehículos que en abril de 2001.
Y con los precios de los combustibles en alza, el GNC comenzó a colocarse en la mira de los asaltantes, que encuentran en Rosario una plaza por demás de tentadora. Un solo dato los seduce en demasía: en Rosario circulan a diario unos 35 mil vehículos con GNC, y va en aumento.
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