Tras la victoria sobre Inglaterra que clasificó Brasil a las semifinales, el equipo sudamericano se dividía ayer entre la alegría por estar a dos triunfos del soñado pentacampeonato y la preocupación por el astro Ronaldo, aquejado de dolores en el muslo izquierdo.
Aunque el examen de ultrasonidos realizado ayer al jugador no reveló la existencia de lesión muscular, el caso pareció traer de vuelta los malos recuerdos de Francia 1998, cuando el delantero sufrió una convulsión de causas aún ignoradas seis horas antes de la final en la que Brasil fue derrotado por 3 a 0 por Francia.
El temor a que Ronaldo hubiese sufrido una lesión grave causó un gran revuelo en el ambiente en los vestuarios del estadio de Shizuoka, después del partido contra Inglaterra.
"Estaban todos muy asustados y el médico José Luiz Runco trataba de calmarlos y les pedía que aguardaran los exámenes de hoy. El propio Ronaldo estaba muy abatido", relató una fuente cercana al seleccionado latinoamericano.
Runco aseguró ayer que confía en que Ronaldo volverá a entrenarse con sus compañeros mañana, pero admitió que ello dependerá de la recuperación del jugador en las próximas 48 horas. "Creo que se trata sólo de cansancio muscular por esfuerzo. Ronaldo se siente mejor y esperamos que se mejore.
Pero si él no tiene la evolución esperada, obviamente no lo dejaremos jugar. Si me preguntan si Ronaldo es duda, tengo que responder que sí", dijo.
A su vez, el técnico Luiz Felipe Scolari también admitió su temor ante la posibilidad de verse despojado del segundo integrante de la Triple R de Brasil en el decisivo partido de semifinales, ya que el mediocampista Ronaldinho Gaucho cumplirá suspensión por haber sido expulsado en el encuentro contra Inglaterra.
"Si no puede jugar, estoy seguro de que cada uno de los otros jugadores dará más de sí para regalarle a Ronaldo la posibilidad de actuar en la final", afirmó el entrenador. (DPA)
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Ronaldo, entre algodones para jugar la semifinal. |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
