Un hombre de 79 años asesinó ayer a su esposa de 80 al asfixiarla en el desenlace de una feroz lucha cuerpo a cuerpo que ambos entablaron en la casa que compartían, en el barrio Empalme Graneros.
Según se informó en la comisaría 20ª, el homicida resultó ser Buenaventura Gurrieri, de nacionalidad italiana y ex combatiente de la Segunda Guerra Mundial. La víctima fue identificada como Ramona Suárez, argentina.
La pareja llevaba 35 años de casados y ocupaba la casa de Provincias Unidas 670 bis. Después de matar a la mujer, aproximadamente a las 17, Gurrieri se comunicó telefónicamente con su hijo, de 34 años y propietario de un comercio en la zona sur y le contó lo ocurrido.
Sin embargo, cuando el hijo del matrimonio se presentó en la casa Gurrieri se negó a franquearle el acceso. "A través de una mirilla le dijo: «Maté a tu madre, pero no te voy a abrir la puerta. Que venga la policía»", señaló el comisario Rafael Godoy, jefe de la seccional de Empalme Graneros.
Al presentarse en el lugar una brigada de la comisaría 20ª, Gurrieri se hallaba algo exaltado y mostraba signos de rasguños y lesiones en su rostro, pero no opuso mayor resistencia al procedimiento. Ramona Suárez fue hallada sin vida en el garaje de la vivienda, que presentaba signos de desorden en casi todas sus habitaciones.
Según la reconstrucción policial, el episodio se desencadenó durante la tarde. Gurrieri había planeado al parecer la acción criminal y con ese propósito simuló dormir la siesta. Cuando su esposa se acostó a su lado, esperó un rato y al creerla dormida intentó asfixiarla con una almohada.
Suárez despertó en ese momento y entonces ambos ancianos se trenzaron en una feroz lucha, que empezó en el dormitorio de la casa y siguió en el patio. Allí, Gurrieri tiró a su mujer al piso y al tiempo que intentaba ahorcarla comenzó a ponerle tierra, papeles y hojas en la boca, lo que en definitiva provocó la muerte de la mujer por asfixia.
Sin arrepentimiento
El anciano "no se mostró arrepentido. Dijo que la mujer lo tenía cansado, que desde su casamiento ya no era libre, que ella lo maltrataba y humillaba continuamente. Hacía tiempo que había pensado en matar a la esposa", señalaron las fuentes consultadas.
Entrevistado por la policía, Gurrieri dijo que había combatido en Sicilia, su lugar natal, durante la Segunda Guerra y que incluso fue tomado prisionero. En Rosario, tuvo un almacén en Empalme Graneros y hace cuatro años se jubiló.
El ex combatiente italiano quedó detenido en la comisaría 20ª, a disposición del Juzgado de Instrucción en turno e imputado de homicidio calificado por el vínculo.