La presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, aseguró que la única salida que tiene el país "es a través de la unificación con los países de América latina", y subrayó que "la revolución no es sólo salir a la calle a reclamar sino que la transformación debe partir desde lo más íntimo de cada uno de los ciudadanos".
Bonafini, con dos hijos desaparecidos, es una de las figuras emblemáticas del pedido de justicia de los 30 mil desaparecidos por el genocidio militar, aunque el compromiso de la dirigente se extendió hacia la situación social, política y económica que atraviesa la Argentina.
"Hoy todos los desaparecidos son mis hijos y me veo con fuerzas para ayudar a que se dé el cambio que todos estamos buscando", dijo Bonafini, tras afirmar que "todos los políticos se tienen que ir y deben dejar a que la gente tome las comunas y los municipios para comenzar a provocar el cambio".
Entrevistada por La Capital en Cañada de Gómez, donde fue invitada por entidades de derechos humanos, Bonafini pensó cada palabra al fustigar a casi todos los potenciales candidatos presidenciales. Pero sus críticas al sistema político fueron más allá.
Dijo que "da lo mismo" que Eduardo Duhalde adelante o no los comicios porque "el problema es el sometimiento al FMI, y ese esquema nada va a cambiar por más que haya elecciones". También censuró el proyecto de internas abiertas partidarias ya que "los partidos son siempre los mismos, y no hay recambio de las personas. No creo que el peronismo o la Alianza retorne con nueva gente. Lo que me desespera es que va a pasar mucho tiempo hasta que aparezca una nueva clase dirigente en la que la gente pueda confiar".
Hebe, contra todos
Tras considerar que los políticos "están todos contaminados" por la corrupción, dio su opinión sobre varios de los principales candidatos presidenciales. De Elisa Carrió dijo que "miente mucho y hasta ahora no hizo nada". Aunque dijo respetarlo, a Luis Zamora le endilgó que "no alcanza con ser buena persona y que no tiene plan económico".
Explosiva, Bonafini no se guardó nada a la hora de dar respuestas. "Se quedó sin nafta", disparó cuando le llegó el turno a Reutemann, y explicó que le parece "que es más de lo mismo, aunque con otras características, más serio, pero no tiene nada que ver con lo que uno quiere". A Duhalde lo consideró directamente como "un mafioso".
Bonafini, quien siempre levantó las banderas del socialismo, insistió con que no se debe pagar la deuda externa ya que "nosotros tranquilamente podemos autoabastecernos", y se lamentó porque el sector que representa "había depositado expectativas en las asambleas, pero la izquierda no aprendió a escuchar; ya están todas (las asambleas) desarmadas, y es una lástima que la gente salga sólo a reclamar el dinero".
Bonafini consideró que "todos los políticos se tendrían que haber ido" porque "frente a una realidad donde la gente come ratas y que las madres las prueban para comprobar que sus hijos no se envenenen, todos nos cuestionamos y ellos no dan la cara".
Luego dijo que su anhelo de cambio social choca con "el problema de que los jóvenes están desalentados y no se dan cuenta que hay muchas cosas por hacer. Entiendo que hay que empezar desde la base, desde lo más chico. Tomar un municipio y hacer pequeñas cosas desde ese ámbito. Vamos a tener que empezar por ahí".
La Ciudad
