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Hay que salvar a El Cairo

Templos electrónicos donde se aliena a la población prometiendo milagros pagaderos en cuotas, supermercados que quitan fuentes de trabajo y aumentan los precios todos los días, playas de estacionamiento que desfiguran el casco céntrico. En cualquiera de estas calamidades podría caer el destino de El Cairo, el último cine histórico de Rosario, cuyo edificio art decó sería invalorable en cualquier país adelantado. Pero, según las últimas noticias, ha desaparecido una empresa que estaría en condiciones de salvarlo. La Municipalidad debería participar también en la preservación de este hito del patrimonio urbano. Y si se produjera el feliz resultado de que El Cairo se mantuviera como cine y fuera remozado y revitalizado, en medio de la crisis y en un país que últimamente se muestra tan autodestructivo, entonces sí que estaríamos en presencia de un verdadero milagro.
Roque Sanguinetti