Villa Constitución. - El hallazgo de una vaca mutilada a la que sólo le faltaban los sesos y la ubre causó conmoción en la opinión pública de esta ciudad, donde las opiniones sobre la veracidad del caso marcaron una casi irreconciliable división entre escépticos y creyentes. Dos situaciones abonan los enfrentados argumentos: mientras que para un veterinario municipal el vacuno presenta un "trauma craneano" y no un corte neto, el caballo de la familia Maldonado todavía se niega a pasar por el lugar donde fue hallada la vaca.
La Capital retornó ayer a la casa de la familia Maldonado en busca de nuevos detalles del caso que, por ahora, sigue siendo un misterio casi desentrañable. Oscar, un típico hombre de campo de pocas palabras y mirada esquiva, y su esposa Antonia, decidida y locuaz, repitieron sin fisuras cada una de las escenas que recuerdan de la noche del 29 de abril, cuando su vaca lechera prácticamente desapareció del corral de al lado de la vivienda sin dejar rastros; y del día siguiente, cuando la encontraron a unos mil metros del lugar.
Todavía asombrado por el hecho, el hombre repitió una vez más: "Lo que más recuerdo es el orificio que la vaca tenía en la frente, por donde le sacaron los sesos, y que la ubre había sido cortada como por un cuchillo muy filoso".
"Otros detalles que me preguntan -añadió-, como la falta de un ojo o de una oreja, no los recuerdo porque cuando la encontramos el único sentimiento que tuvimos fue de bronca por el daño que nos habían hecho. Le cortamos la cabeza porque Ezequiel quería guardar los cuernos y lo demás lo dejamos allí, pero sí me acuerdo que, aunque algo descuartizada, no faltaba ninguna otra parte de la vaca".
La policía trasladó el cráneo vacuno al laboratorio del veterinario municipal Rodolfo Ramallo, quien dictaminó que el orificio que presenta la cabeza del bovino se produjo por un "trauma craneano, producto de un golpe con un objeto contundente. De ninguna manera es un corte definido. Fue un mazazo o algo parecido".
Sin embargo, hay dos detalles que todavía preocupan a Maldonado: cómo sacaron al animal de su corral sin romper ningún alambrado, no hacer ruido, y sin que ladraran los siete perros de la casa. El otro interrogante es la conducta del caballo que montaba cuando halló la vaca. "Ese día, antes de llegar al lugar el caballo se frenó y no quiso avanzar, por nada del mundo siguió adelante. Ahora, cuando quiero pasar por el lugar para las orejas y se pone muy nervioso, como cuando advierte un peligro", aseguró Maldonado.
Veterinarios enojados
Decididamente enrolados en las filas de los escépticos, un par de veterinarios de la zona que enfrentaron el grabador a cambio de anonimato coincidieron en vapulear "los shows que está montando la televisión porteña con estos casos, que nosotros estamos cansados de ver en cualquier campo", dijo uno de los profesionales.
"El colmo lo vimos en un programa televisivo donde salieron veterinarios de una universidad analizando cráneos sobre una mesa, cuando deberían derivarlos a algún departamento de histología. Dicen que no ven causas aparentes de muerte, pero hay una batería de análisis y comprobaciones que la determinarían", señalaron.
Mortandad habitual
Mientras tanto, científicos del Senasa y organismos bonaerenses comenzaron a investigar las mutilaciones en ganado vacuno para despejar dudas surgidas en torno a los casi cien casos reportados. Es que mientras los hallazgos de vacas muertas a las que les faltan ojos, ubres, lenguas y músculos de la quijada se extendieron en la última semana en cinco provincias, con la misma velocidad se reprodujeron hipótesis inciertas y fantasiosas que atribuyen las mutilaciones al accionar de una secta, a engaños y hasta a extraterrestres.
Ante esta situación el presidente del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa), Bernardo Cané, aclaró que "la mortandad de vacas es habitual para esta época del año" y que la ablación de sus órganos podría obedecer a "casos aislados de prácticas esotéricas".
El funcionario mostró su interés en investigar el caso con rigor científico. "Hay que ir y ver de qué se trata, porque la mayoría de las informaciones fueron erróneas, imprecisas y exageradas", dijo. "La gente de campo se suele hacer eco de estas oleadas de versiones, como cuando se habla del petiso orejudo o de los enanitos verdes, pero faltan pruebas racionales" que avalen esas especulaciones", apuntó Cané.
Además dijo que no descarta la intervención de prácticas esotéricas sobre las vacas, que fueron encontradas sin sus órganos y con cortes muy limpios.
Cané coincidió también con el informe elaborado por Enrique Freixá, un veterinario pampeano del Senasa, quien recordó que la mortandad de vacunos es habitual para el invierno y que las mutilaciones responden a causas naturales, como la participación de animales carroñeros o pequeños predadores que no dejan huellas visibles en torno a los cadáveres.