Respecto a Cuba, los cancilleres europeos sostuvieron que siguen faltando cambios importantes por parte del gobierno cubano que lleven a reformas reales hacia un sistema político basado en valores democráticos. Los Quince reiteraron, como en la pasada revisión de diciembre, que el objetivo de la UE respecto a Cuba sigue siendo la promoción de un proceso de transición hacia una democracia pluralista, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como una recuperación económica que permita una mejora de las condiciones de vida de la población cubana. Los cancilleres señalaron como signos positivos una mayor libertad religiosa, el descenso del número de presos políticos, la no aplicación de la pena de muerte durante dos años y medio y la ratificación de más instrumentos internacionales sobre derechos humanos.
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