El caso de los vacunos que aparecieron muertos con órganos extirpados en el sudoeste de Buenos Aires y sureste de La Pampa sigue dando que hablar, en la misma medida que nadie puede explicar la técnica utilizada para las mutilaciones y mucho menos el propósito.
La posibilidad de vincular el hecho a un fenómeno extraterrestre rondó desde el comienzo la cabeza de varios de los chacareros y los veterinarios que asistieron a los animales pero ahora hasta los más escépticos dudan de que esto sea producto de algún humano.
Aparte de las extrañas muertes de animales, varios productores dijeron haber encontrado sus tanques australianos vacíos y aseguraron que, pese a haberlos llenado nuevamente, el agua volvió a desaparecer de los tradicionales recipientes, que no presentaban "deterioros ni filtraciones".
Pobladores de la zona recordaron que en mayo último estuvo en el lugar el estudioso de los ovnis Fabio Zerpa, quien asoció estos hechos con la electrólisis, un fenómeno que requiere de agua y electricidad y que usarían "visitantes extraterrestres" para "impulsar sus naves", que situarían en lugares donde hay líneas de alta tensión cerca de espejos de agua y tanques.
En Coronel Pringles apareció el último animal muerto, un novillo Aberdeen Angus de 220 kilogramos, cuyo cadáver carecía del "ojo derecho, parte del hueso maxilar, de la piel de la mandíbula y del recto, todo perfectamente cortado, no arrancado", según comprobó el veterinario Marcelo Erro.
Abelardo Vivas, puestero del establecimiento La Reserva, a 20 kilómetros del radio urbano, sobre la ruta 51, dijo que en sus 30 años de trabajo en el campo jamás vio algo parecido.
Erro supuso que el novillo no estaba vivo cuando fue mutilado y señaló que no presentaba "estado de rigidez. Está tan blando -explicó- que aparenta haber muerto hace una hora, cuando en realidad lleva 48 sin vida".
Vía aérea
Un veterinario del Senasa de Salliqueló afirmó que quienes han mutilado los vacunos llegaron a esos sitios por vía aérea y anticipó el envío de restos a la Universidad de Buenos Aires para su estudio. "Quien hizo algo así vino por vía aérea, ya que alrededor de los animales no hay rastro de ninguna huella humana o de vehículos y los animales aparecieron en lugares casi inaccesibles", dijo Daniel Belot, quien trabaja para el Senasa desde 1992.
Agregó que la metodología de los cortes "es la misma y falta similar cantidad de partes como oreja, ojo, mejilla, lengua, vagina, recto y glándula mamaria".
Un antecedente en EEUU
"Por ahora es imposible aclarar lo que está ocurriendo y eso constituye para mi una fea sensación", comentó, y recordó casos de mutilaciones producidas en Estados Unidos años atrás, donde los cortes fueron hechos entre células, sin dañarlas. "Si eso se llega a comprobar en los casos nuestros, debo admitir que el tema está fuera del entendimiento humano", sostuvo el veterinario.
Reveló que un productor de General Acha cortó la cabeza de un animal suyo que apareció mutilado y la guardó en un freezer, cuando habían pasado sólo 24 horas del hallazgo. "Esa cabeza la vamos a mandar a la Universidad de Buenos Aires, con la cual tenemos un convenio firmado junto a la fundación Visión Ovni, para ver si sirve para encontrar algunas respuestas", adelantó Belot.
Afirmó que "los cortes analizados tienen ángulos de noventa grados o que dibujan una circunferencia perfecta y además en el caso de las cabezas, aparecen los maxilares limpios sin que haya sido lastimado o rayado el hueso, lo cual es imposible de hacer".
"Yo he intentado realizarlo y el hueso siempre se raya porque tiene una membrana que lo recubre -el periostio- que está metida en la porosidad del hueso y es muy difícil de quitar sin dejar marcas", concluyó. (Télam)