El presidente Eduardo Duhalde se mostró ayer por primera vez más flexible respecto al pedido del titular del Banco Central, Mario Blejer, de conseguir inmunidad judicial para los directivos de la entidad monetaria. De todos modos, Duhalde dio a entender que solamente la Superintendencia de Bancos quedaría al amparo de eventuales demandas judiciales, es decir, que no abarcaría a todo el directorio de la autoridad monetaria. En principio, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, que hasta el momento se había resistido a esta posibilidad, estaría de acuerdo con implementar un sistema por el cual el directorio de la entidad monetaria quede exceptuado de eventuales denuncias por la caída de bancos o el otorgamiento de redescuentos. De todos modos, Duhalde aseguró que "no hay ningún proyecto presentado" para dar inmunidad a los funcionarios, pero admitió que "hay una idea de separar el Banco Central de la Superintendencia" de la entidad, "que es la que se ocuparía de resolver la situación de los bancos, cuyo sistema se tendrá que reordenar". En ese sentido, sostuvo para los funcionarios de la Superintendencia "habría que analizar qué garantías tendrían de no tener juicios permanentes de cada banco que esté con problemas". Actualmente, la Superintendencia de Bancos funciona bajo la órbita del Central y su director forma parte del directorio de la entidad monetaria, que es la que finalmente decide sobre la viabilidad de las distintas iniciativas. Duhalde aclaró, además, que todo lo referido a la asistencia de los bancos que estén en problemas, realizados a través de redescuentos, "es de exclusiva competencia del Banco Central, que tiene autonomía". Duhalde reconoció, por otra parte, que "hay desavenencias" entre Lavagna y Blejer, pero las consideró "lógicas y no problemas serios" y aseguró que "ambos funcionarios tienen muy buena opinión del otro en su parte funcional". El presidente afirmó ayer que "ahora se sabrá la verdad" sobre la posición de los bancos que aseguraban querer devolver depósitos y acusaban al Estado de impedírselo, en relación a la posibilidad que tienen las entidades de reitengrarles fondos anticipadamente a sus clientes. En otro orden, manifestó que no esperan dificultades con el canje de bonos voluntario que comienza hoy, aunque admitió que existe preocupación por la cantidad de amparos de ahorristas. En una conferencia de prensa brindada ayer al mediodía en Casa de Gobierno, el presidente indicó que ni los representantes de la Asociación de Bancos Públicos y Privados (Abappra) ni el ministro de Economía, con quienes se reunió hace una semana, manifestaron "inquietudes o dificultades en torno a estos bonos que son voluntarios para los ahorristas", en referencia a la operatoria que comenzará mañana para canjear depósitos reprogramados por títulos públicos. "Sí manifestaron algunas preocupaciones en torno a que había muchos amparos, pero se trata de un tema de la Justicia que no puede plantearse ante el Ejecutivo Nacional", admitió Duhalde. Al ser consultado sobre si espera un gesto de los bancos extranjeros para que devuelvan depósitos a los ahorristas al estar ahora habilitados para hacerlo, el presidente prefirió "no aventurar una respuesta". Sin embargo, advirtió que "ahora se sabrá la verdad" sobre la posición de las entidades financieras en cuanto a la devolución de los ahorros a sus clientes, ya que "durante mucho tiempo los representantes de los bancos dijeron que no podían devolver los depósitos porque el Estado no lo permitía". "Hay que ver si hay bancos dispuestos a aceptar las condiciones generales", agregó al respecto y expresó su deseo de que "así sea". En cuanto al plan bonos, se mostró confiado en que no haya inconvenientes, luego de haber hablado días atrás con directivos de Abappra, aunque reconoció que entre los banqueros existe "alguna preocupación" por la cantidad de amparos.
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