El presidente Eduardo Duhalde evitó ayer confesar si tiene preferencia por alguno de los compañeros que se lanzarían a la lucha interna del PJ para sucederlo en el Presidencia. "No voy a avalar ni dejar de avalar a ninguna fórmula", dijo primero. "No tengo ningún nombre", insistió y cuando se le preguntó si lo tenía en la provincia de Buenos Aires, donde se menciona a su esposa Hilda Chiche González como candidata a gobernador, afirmó: "Tampoco". El mandatario, que habló ayer con el periodismo sobre temas políticos, económicos y sociales, en un momento volvió a descartar que esté pensando en un adelantamiento de las elecciones presidenciales que ya ha convocado para el 14 de septiembre del año que viene. "En esta semana que hoy se inicia seguramente será aprobado en el Parlamento una nueva ley que establece elecciones internas y simultáneas y abiertas para todos los partidos, que deberán celebrarse en marzo o abril y para el mes de setiembre elegirse presidente y vice, legisladores y gobernadores de muchas provincias", dijo. También se ocupó de negar que el embajador de los Estados Unidos, James Walsh, haya ido a verlo para plantearle que su país está a favor de un adelantamiento de los comicios en Argentina. "El embajador estaba preocupado por esas versiones porque creía que podían enturbiar las relaciones", puntualizó, y afirmó que "es absurdo pensar que se puedan hacer planteos de esas características de un país extranjero". Después dejó abierta la posibilidad de verse con el ex presidente Carlos Menem, ya que aseguró su participación en la inauguración de establecimiento aceitero el 24 de este mes en La Rioja. "Si el ex presidente está en el acto lo veré allí", se limitó a señalar. Más tarde volvió a asegurar que "lo peor de la crisis ha pasado" en el país y puso como ejemplo que "bajó en forma abrupta" la conflictividad social a partir de los planes sociales. Asimismo, adelantó que a la baja del conflicto social otro problema se vislumbrará que es "la criminalidad" y que por eso se reunió con las autoridades de Seguridad. Señaló en ese sentido que no se soluciona "con represión" sino que hay que "ordenar la situación". Volviendo a los planes sociales, sostuvo que "se están perfeccionando" para incorporar a los desocupados en trabajos de bien público, del sector empresarial y del sector privado en general. Previo al encuentro con el periodismo, Duhalde se reunió en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof; las ministras de Trabajo, Graciela Camaño y de Desarrollo Social, Nélida Doga y otros funcionarios. Además, el presidente anunció que "este programa llegará a dos millones de familias" en su punto culminante, "sobre un total de seis millones de desocupados con hijos menores", que lo ubica como "el plan social más numeroso en el mundo, en el cual el Estado invierte 10 veces más de lo que se ha gastado en los últimos 10 años".
| El presidente analizó los planes de ayuda social. | | Ampliar Foto | | |
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