La desnutrición preocupa en un humilde barrio de Bermúdez

Capitán Bermúdez. - Una luz de alarma se encendió desde el humilde barrio Copello de esta ciudad al confirmarse en el dispensario que cinco niños y una joven embarazada presentaban cuadros de desnutrición. La noticia es resultado de los controles hechos últimamente por una pediatra que, con esfuerzo, contrató la vecinal para atender a los chicos dos veces por semana. Sin embargo, las autoridades sanitarias saben que el problema es más grave y que para nada es exclusivo de este barrio ni de la ciudad.
La presidenta de la vecinal de barrio Copello, María Oviedo, relató que hace un mes y medio recuperaron, gracias a que los vecinos afrontan los gastos, la posibilidad de contar con un pediatra, luego de más de un año de no tener tal servicio. También en el barrio saben que los casos de estos cinco niños de entre ocho meses y nueve años no son los únicos.
"La situación de esta gente -dijo Oviedo- empeora día a día. La desocupación es terrible y esto es responsabilidad de los gobernantes. Pero como vecinos no podemos mirar para un costado y ya conseguimos una donación de cuatro kilos de leche en polvo. Está prevista una reunión con instituciones para que vean cómo es nuestra situación. Esta familias son muy numerosas".
La vecina agregó más datos preocupantes: "La mayoría de las familias sólo recibe un bolsón que a veces no dura ni una semana y, como no trae carne, tampoco alcanza. Muchos van al comedor porque hay una copa de leche, pero hace un tiempo estuvimos tres meses sin recibirla y nos tuvimos que arreglar como podíamos. Queremos una respuesta concreta de los gobernantes, porque tenían que mandar una partida al hospital y sólo llegó para menores de dos años y el resto dicen que va a llegar en julio".
El secretario de Salud del municipio de Capitán Bermúdez, Manuel Smerling, dejó abierta la posibilidad de que haya más casos. "Esto toma estado público recién ahora -dijo- pero la desnutrición llegó hace rato y viene creciendo en forma geométrica, a la par de la pobreza. Lo que se pierde en un chico desnutrido, sobre todo en masa la cerebral, no se recupera aún cuando recobre su peso normal. La desnutrición deja daños irreparables, especialmente en el primer año de vida".
El funcionario agregó que "suplir la falta de trabajo con bolsones, comedores escolares y comunitarios, y cualquier tipo de asistencia, nunca será suficiente".