La mediación penal procura darle una rápida respuesta al denunciado, quien no deberá esperar para saber qué suerte le espera en un futuro que hoy, según remarca Prunotto Laborde, se traduce en "tensos años de vigilia". Se logra intervención directa de la presunta víctima, quien actúa y es protagonista de la propia y mejor solución del problema; morigeración inmediata de la escalada de violencia, que propende a la paz social y significa un fuerte ahorro para el Estado provincial al solucionarse el conflicto en un plazo aproximado a los 10 días dado el amplio cumplimiento de los acuerdos. Para Prunotto el abogado independiente encara un nuevo rol pues sin dejar de realizar su trabajo profesional, acompaña a su cliente en una rápida solución del conflicto. "Se crea así una nueva incumbencia profesional, en un ámbito de colaboración y de soluciones reales, con rápida posibilidad de percepción de honorarios". Según el juez rosarino, la propuesta busca "los horizontes que nunca debió abandonar el derecho penal: la búsqueda de la paz social, la personalización del conflicto y la reinserción de la víctima en el mismo".
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