Más allá de rivalidades, los futbolistas del seleccionado brasileño de fútbol se mostraron afligidos por la eliminación de Argentina en el Mundial Japón-Corea 2002. A diferencia de la mayoría de los aficionados en el vecino país, los jugadores del tetracampeón expusieron diferentes argumentos al referirse a su pesar por la eliminación del equipo dirigido por Marcelo Bielsa, en especial por la amistad con sus colegas argentinos, con quienes juegan en clubes europeos. "No me esperaba su caída", dijo Junior; mientras que Lucio lo lamentó por su compañero Diego Placente, en el Bayer Leverkusen, de Alemania; y Roberto Carlos, "por el fútbol argentino" en general. A pocas horas del triunfo por 2 a 0 ante la selección de Bélgica (festejado ruidosamente dentro de reductos de la comunidad brasileña en Buenos Aires), por el cual el scratch obtuvo el pasaporte mundialista a los cuartos de final, Junior admitió que no tenía en sus cálculos que el representativo nacional haya sido excluido en la primera fase de la presente Copa del Mundo. "La eliminación de Argentina no me la esperaba para nada y me imagino que los argentinos tampoco se lo podían imaginar", reconoció el lateral izquierdo de Parma, de Italia. En la ciudad japonesa de Kobe, y ante una consulta de varios medios periodísticos, interpretó a la prematura despedida de Argentina y Francia como una seria advertencia. "Es un Mundial. Los partidos son muy duros. Está visto que cualquiera puede perder en cualquier momento, sentenció. "Por eso, es mejor no creer en favoritismos. Conviene mirar a la Argentina y a Francia, fuera del Mundial, y sacar conclusiones para estar muy atento", agregó. Luego aseguró que con su compañero Matías Almeyda no había "hecho ninguna apuesta. Sólo nos habíamos deseado cruzarnos en el Mundial lo más cerca posible de la final. Es un buen compañero. Me gusta mucho como jugador y estoy triste por él". "La Argentina tenía un buen equipo, había sido señalada como uno de los favoritos, pero está claro que el fútbol de hoy es muy duro. Hay otras grandes selecciones con menos tradición que andan bien. El fútbol se igualó: las cualidades de algunos las emparejaron otros con potencia", reflexionó Roque Junior. El defensor de Milán de Italia, donde juega el entrerriano José Antonio Chamot, dijo que el defensor que sólo jugó un partido en el Mundial "es una gran persona, un gran jugador, lo conozco muy bien, nos entendemos mucho. Estoy triste porque él iba por su tercera Copa y merecía otra suerte. Pero, infelizmente, no se le dio". Cafú, compañero de Gabriel Batistuta y Walter Samuel en la Roma, de Italia, manifestó que "la Argentina no encontró los resultados y sus adversarios jugaron bien". Para el lateral derecho del conjunto de la capital italiana, "ellos deberán seguir trabajando. El fútbol es así: un batacazo, la suerte que no está de tu lado y... Ambos son mis amigos, comparto mucho tiempo con ellos, pero esta es la Copa del Mundo e, infelizmente, ellos ya no están". Lucio recordó que el equipo albiceleste arribó a Asia "como favorito para salir campeón, pero debió pagar muy cara una realidad del fútbol de hoy, en el que todo está muy igual". "Placente debe estar sorprendido porque no se esperaba esta eliminación. Todos los argentinos son buenos, tienen personalidad. Con Diego ya me había enfrentado una vez por las eliminatorias, donde perdimos. Pero en el Mundial ya no podremos jugar", comentó el compañero del ex defensor de Argentinos Juniors y River en el club teutón. Roberto Carlos, que en Real Madrid de España no comparte el plantel con ningún argentino que haya participado del Mundial, pero volvió a destacarse por su cortesía con los periodistas, expresó: "La presión sobre la Argentina fue muy grande y eso los condicionó. Yo quería que siguiera porque allí hay grandísimos afectos personales". "También lo siento por el fútbol argentino, que necesitaba llegar un poco más lejos", concluyó Roberto Carlos, uno de los actuales ídolos del fútbol verdeamarelho. (DyN)
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