Bersuit Vergarabat adelantó su nuevo disco en el CEC

Letras inteligentes para una potente apuesta a la alegría

El grupo liderado por Gustavo Cordera ofreció un recital sólido y generoso en un ámbito físico inadecuado

U. G. Mauro / La Capital

Pobre del espectador tipo "vi luz y subí" que el domingo haya asistido al recital de los Bersuit Vergarabat sin ser un fan del grupo o al menos conocer sus canciones. El sufrimiento sólo es comparable al de un chico que asiste a un reparto de golosinas y juguetes pero no recibe nada.
Afortunadamente, fueron casi 2.500 los fans que, cobijados bajo el estribillo "Rosario e de Dividido y Bersuí Vergarabá" -así sonaba-, gozaron de la generosa fiesta de rock, reggae, chamamé, cumbia, tango, huayno, candombe, murga y cuarteto que ofreció el grupo liderado por Gustavo Cordera en el ex galpón portuario de Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC), sitio que con su actual acústica y al menos en materia de música, invita a añorar las expresiones del pasado o las del futuro, pero nunca las contemporáneas y a recordar con nostalgia a ámbitos también inapropiados como los estadios cubiertos de algunos clubes rosarinos.
El octeto de Gustavo Cordera (voz), e integrado además por Juan Subirá (teclados), Pepe Céspedes (bajo), Carlos Martín (batería), Oscar Righi y Alberto Verenzuela (guitarras) y Dany Suárez y Germán Sbarbati (coros y percusión) inició su show con la "Murguita del sur" y culminaron veintisiete canciones después, con el último de los bises, "Hociquito de ratón", en un espectáculo que adelantó del disco en vivo de próxima edición "De la cabeza con Bersuit Vergarabat".
El título de la placa repite un estribillo que fue coreado antes, durante y tras el encuentro del domingo junto al río, y que convocó mayoritariamente a numerosos adolescentes y jóvenes -la cuellera a modo de gorro y el pasamontaña negro parecían la prenda obligatoria- aunque no faltaron fanas, evidentes cuarentones, escudados en su rol de padres protectores.
La fidelidad de los seguidores de este grupo nacido en 1989 en el Lanús de Cordera se sobrepuso a un comienzo amenazante. Un ruido ensordecedor, aparentemente proveniente de un bafle pendiente de una de las cabriadas, impidió al público ubicado en la parte posterior del galpón del CEC escuchar algunos de los primeros temas, generó una densa silbatina. Un descenso en la potencia del sonido ayudó a percibir mejor a todos.
La apuesta "bersuitera" fue, como lo explicitó Cordera, a la felicidad, el bienestar y la fiesta, ofreciendo en el terreno de las letras el ya típico y desenfadado cóctel de ácido humor e ironía unidos a la dura crítica social y política; es decir alegría inteligente con mucho ritmo y ocasiones para gastar energía bailando.
"La Bersuit" es un grupo sólido, integrado por importantes individualidades. De entre ellas se destacaron el tecladista Juan Subirá, verdadera mano derecha del cantante Gustavo Cordera. También en la vertiente más rockera del conjunto cumplieron un papel descollante las guitarras de Righi y Varenzuela.
Bersuit se hizo fuerte desde el comienzo con murgas, candombes y un par de temas más con marcada presencia de la percusión rioplatense como "Afro" y "A los tambores". "Ese gordo Motoneta" obligó al cambio de ritmo en la frenética danza de la platea que durante toda la noche acompañó al grupo. Si el conjunto recorrió todo su historial desde su creación en 1989, puso especial énfasis en los temas de sus últimos trabajos "Libertinaje" e "Hijos del culo".
"Tu pastilla fue" con el alegato del cantante contra los políticos, "El sin cerebro", la difundida "Devolvé la bolsa", fueron algunas de las canciones más aplaudidas, junto con la graciosa cumbia "Tomo", y todas las voces se unieron para cantar desafiantes el antimenemista "Señor Cobranzas".
Pocas cosas dijo Cordera en su recital. Cuando finalizaba el show, poco después de "Diez mil", "La petisita culona" y "Devolvé la bolsa", el calvo intérprete recordó con verdadero afecto sus primeros pasos en Rosario en locales como Luna y el desaparecido bar El Barrilito. Con "Se viene el estallido" y "Hociquito de ratón", con tres espectadoras bailando en escena la fiesta se suspendió parcialmente, pues los Bersuit, liberados ya de compromisos, invitaron a todos a seguir cantando en otro bar de la ciudad.

El grupo incursionó en diversos géneros populares. (Foto: Néstor Juncos)