Las ferias de la ciudad aprovecharon el feriado de ayer para ganar un día más de la semana en la calle. Y aunque el clima no fue el mejor para salir a pasear, lograron convocar a muchos rosarinos. En el Mercado de Pulgas del Bajo, por ejemplo, decidieron ampliar la oferta cultural con un recital folclórico y prometen montar espectáculos todos los fines de semana y hasta en las vacaciones de invierno. "Ahora hay que competir", dicen, en referencia a la otra feria ya instalada y a las que en proyecto ya circulan por la ciudad. El mentor del mercado retro, Dante Taparelli, es uno que se entusiasma con los efectos de multiplicación de las ferias. "Son ámbitos tradicionales y sobre todo inclusivos", afirma. Por eso, propone sumar nuevos puestos organizados en los espacios públicos. Al Ropero que en breve se abrirá por Callao cerca de la estación de trenes y el mercado de artesanos que se instalará en agosto en el parque Norte, Taparelli sueña con sumar otros en el parque Alem y distintas plazas. Ya tiene hasta el eslogan: "Rosario, ciudad de ferias". Un poco más cauto se muestra el secretario de Cultura municipal, Marcelo Romeu. "Hay que tener cuidado para no generar falsas expectativas", afirmó. Por ello, prometió seguir en conversaciones con las áreas de Gobierno y Planeamiento, "para no incurrir en contradicciones urbanísticas que, por ejemplo, atiborren los espacios verdes con ferias". Sin embargo, coincidió en que los mercados le vienen dando nuevos aires a la ciudad. "Se percibe una tendencia muy fuerte a conciliar las actividades culturales con una salida laboral", aseguró. Advertido, prometió "incorporar propuestas".
| |