Las naciones más poderosas del mundo, que integran el Grupo de los Siete (G7), advirtieron ayer a la Argentina que a pesar de las reformas a las leyes de quiebras y subversión económica, y de los acuerdos con las provincias para reducir el déficit fiscal, el gobierno nacional "tiene que hacer mucho más" en materia de cambios sobre el sistema financiero y monetario. Así lo expresaron los ministros de Finanzas de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Alemania, Canadá, Japón e Italia, más la participación de Rusia, en un comunicado difundido en Halifax, Canadá, al término de un encuentro preparatorio de la cumbre de jefes de Estado del G7 que se llevará a cabo el mes próximo en Alberta. En ese sentido, exhortaron al gobierno argentino a que avance en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para lo cual lo instaron a cumplir con las últimas condiciones que puso el organismo. "Estamos alentados por el importante progreso realizado por Argentina para reformar su marco fiscal acompasando las provincias y corrigiendo sus leyes de quiebras y subversión económica", indicaron los ministros de Finanzas al término de una reunión que se vio sacudida por manifestaciones, como siempre ocurre en este tipo de acontecimientos. A través de un comunicado conjunto, agregaron que "sin embargo, es necesario hacer mucho más, especialmente en relación al marco monetario y la restructuración del sistema bancario". "Pedimos al gobierno argentino que trabaje con el FMI en un nuevo programa para implementar un plan de este tipo; continuaremos respaldando a Argentina y al FMI en este esfuerzo", subrayaron los ministros del G7. Así, el apoyo de las siete mayores potencias mundiales quedó condicionado al del FMI, y sobre todo a la pauta del "ancla monetaria" que la cúpula de la entidad colocó en el centro de la negociación después de que el gobierno cumpliera con todas las anteriores exigencias. En la línea de las declaraciones vertidas hace unas semanas por el presidente pro-témpore de la Unión Europea (UE), el español José María Aznar, el G7 decidió exhortar al gobierno argentino a que se acerque al FMI, y no al revés, como se especuló en algunos despachos oficiales. Aunque los ministros no lo explicitaron en el texto dado a conocer a la prensa, varios de los presentes en la reunión indicaron que se habló del "efecto tango", en referencia al contagio que podría ocasionar en las economías de la región la crisis argentina. La posición del Grupo de los Siete se conoció mientras una misión del organismo internacional se encuentra en Buenos Aires a modo de avanzada para una futura negociación, en el marco de una extrema dureza de parte de las autoridades de la entidad financiera.
Cómo evitar las crisis Según se supo, las naciones más ricas del planeta debatieron entre otros temas la posibilidad de desarrollar programas para evitar crisis económicas de las dimensiones de la argentina. El canadiense John Manley informó que los temas principales fueron la prevención de crisis, nuevas ideas sobre la ayuda económica de las naciones pobres y el estado de la economía mundial. En términos generales, los funcionarios expresaron que las economías de sus países "no pararon de fortalecerse y deberían continuar haciéndolo durante el año", tras pronosticar que "las perspectivas futuras son alentadoras". Respecto del precio del dólar en el mercado mundial, el secretario estadounidense del Tesoro, Paul O'Neill, reafirmó al término del cónclave que su país mantendrá "una política a favor de un dólar fuerte". El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, dijo por su parte no preocuparse por el descenso actual del billete verde, y sostuvo que la zona euro está "a favor de un euro fuerte", mientras la moneda estadounidense se sitúa en su nivel más bajo frente al euro desde hace 17 meses. Además, los ministros resolvieron que entre el 18 y el 21 por ciento de la ayuda a los países más pobres entregada por el Banco Mundial sea efectuada en forma de donaciones y no de préstamos. También se felicitaron por los progresos realizados desde el 11 de setiembre -fecha de los atentados contra Estados Unidos- para luchar contra el financiamiento del terrorismo, y pidieron al Grupo de Acción Financiera sobre el Blanqueo de Capitales (Gafi) que "determine los países que deberían ser objeto de una evaluación de seguimiento y de una ayuda técnica de parte del FMI, del Banco Mundial y de las Naciones Unidas". El G7 está compuesto por Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña y Japón.
| |