| | Ping Pong con Pablo Ferrés, director de Terminal 6
| -¿Los exportadores no liquidan los dólares? -La liquidación se hizo siempre. Lo que pasa es que en el gobierno había una enorme falta de información interna. Concretamente, el Ministerio de Economía no tenía información de que se estaban realizando las liquidaciones normalmente. También hay que aclarar que la industria liquida los dólares antes de exportar porque está elaborando materias primas que debe comprar. Tomando prefinanciaciones del exterior, el exportador tiene que traer las divisas, convertirlas en pesos, comprar la soja, procesarla, pagar los costos de ese proceso y finalmente concretar la exportación, que se refrenda contra aquel ingreso de divisas. Y acá hay otro problema, que parte de que los agricultores no están vendiendo, debido a la falta de confianza. -¿Cómo está la colocación de la cosecha de soja? -El año pasado se había colocado el 43% y ahora apenas un poco más del 20%. Hay una retención enorme de los productores porque no saben dónde poner los pesos que reciben. No confían en ningún banco, no confían en el peso y, entonces, guardan la soja. Por eso el agricultor no vende más que lo necesario. Eso hace una cadena porque el productor no vende, entonces la exportación no necesita pesos y, por lo tanto, no vende los dólares. En el fondo, lo que encontramos es la falta de un marco cierto y de un sistema bancario. -Con esta retención, ¿se pueden perder mercados externos? -Es una posibilidad. Si la industria exportadora no puede contar con un abastecimiento seguro de materia prima se le dificulta entrar en el mercado externo. En este mercado normalmente se venden posiciones adelantadas y ahora estamos embarcando ventas del año pasado. Hay mucho de cobertura. Porque si usted es un señor que hace raciones para pollos en Europa, va a querer saber cuánto le va a costar la ración el año que viene. Al no tener una seguridad de abastecimiento, el comprador puede pensar que el trading argentino está muy frenado. Días pasados, cuando fue la huelga agropecuaria y la de los transportistas, desde Londres nos andaban contactando para saber si era cierto que se estaban demorando los barcos. -Mientras, Brasil sigue vendiendo. -La única noticia que alienta es que Brasil, de la cosecha de 42,4 de millones de toneladas que tenía, ahora dicen que tendría 41,8 millones. Pero Brasil está vendiendo aunque subió su riesgo país. Porque de lo que hay que darse cuenta es que nosotros somos el espanto del mundo. En seis meses caminamos para atrás lo que ganamos en 10 años. El sector creció a pesar del uno a uno porque tenía reglas claras. Y esto es lo que está faltando.
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