Ariel Etcheverry / La Capital
Golpeada hasta que perdió el conocimiento, maniatada en el piso de su habitación y con un trapo apretado en la boca a modo de mordaza. En ese estado encontraron antenoche a Ana Ceriani, de 70 años, propietaria de una pensión en la esquina de Sarmiento y Gálvez. Los motivos de la agresión ayer no estaban del todo claros, pero la policía sospechaba de un posible intento de robo, y una pareja que se hospedó dos meses en ese lugar era buscada como la principal sospechosa. La mujer debió ser internada en el policlínico Pami I en la sala de terapia intensiva en estado de coma cuatro, según dijeron fuentes policiales. Ceriani, enfermera retirada, vivía sola en la casa de una planta ubicada en la ochava noreste de Gálvez y Sarmiento. Desde hacía varios años alquilaba dos habitaciones que hasta el lunes a la noche estaban ocupadas por Eduardo Toledo, de 53 años, y una pareja integrada por Jorge Alvarez, de unos 40 años, una tal Soledad, de 25 y un nene llamado Milton, de 3. Poco después de que fuera descubierto el macabro cuadro la policía comprobó que los nombres de la pareja eran falsos y que sus integrantes mantenían una deuda con la mujer. Fuentes de la seccional 5ª, en donde se investiga el caso, consignaron que Ceriani fue encontrada por Toledo, un hombre que trabaja como vigilador privado que alquila una habitación desde hace varios meses y mantenía una relación afectiva con la mujer. El hombre llegó poco antes de las 19 después de trabajar y a poco de traspasar la puerta de calle, pasó frente a la habitación de la enfermera y se encontró con la lamentable sorpresa. Ceriani estaba atada de pies y manos a una silla. Tenía golpes en la espalda, en el pecho y en la cara. Pero también tenía un pedazo de género en la boca con la que habrían intentado silenciarla. La mujer estaba sin conocimiento y apenas respiraba, por lo que fue derivada en una ambulancia del Sies hacia el Pami I de Sarmiento y Tucumán, donde quedó internada en estado de coma cuatro y con pronóstico reservado. Voceros policiales consignaron que la mujer habría entrado en coma por la ingesta de un potente fármaco, lo cual otorgaba más posibilidades a su recuperación, indicaron. Los investigadores solicitaron la confección de fotofits para buscar a la pareja sospechosa, pero señalaron que la búsqueda no será fácil "porque ni siquiera se saben los verdaderos nombres". En las habitaciones que ocupaba Ana, los investigadores hallaron un gran desorden como si alguien hubiese estado buscando algo de valor. Daniel, el hijo de Ana, ayer no podía precisar si habían robado algo valioso. "De lo que sí estoy seguro es que se debe haber resistido porque tiene un carácter muy fuerte y por eso la golpearon", comentó en la sala de espera de Terapia Intensiva del Pami I. No obstante, la policía encontró algunos objetos de valor como joyas y alhajas que no fueron tocados por los agresores. Una fuente cercana a la investigación no descartaba ninguna hipótesis sobre el asunto. Una línea que ayer seguía la policía tenía como protagonista a la pareja que había llegado hace casi dos meses al inmueble de Gálvez y Sarmiento y que habría contraído una deuda de alquiler. La pareja había desaparecido desde el mismo lunes. Según contaron sus vecinos, Ana era una mujer "guapa" que a pesar de sus 70 años seguía trabajando como enfermera, "pero para la gente del barrio". Además de verla seguido hacer las compras, Ana solía aplicar inyecciones y tomar la presión arterial en su propia casa.
| Daniel dijo que su madre, Ana Ceriani, se resistió.. (Foto: Gustavo de los Ríos) | | Ampliar Foto | | |
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