La negativa de la mayoría de los concejales a tomarle juramento al separado Jorge Boasso podría hacer fracasar otra sesión del cuerpo -la primera fallida fue la semana pasada-, que no prestaría quórum mañana. Pero además, como la semana próxima el día de sesión cae 20 de junio y habrá asueto municipal, el cuerpo corre el peligro de no sesionar por tres semanas consecutivas. La no solución del conflicto acrecienta el desgaste del cuerpo. Su presidente, Norberto Nicotra, admitió la gravedad de la situación y consideró que lo ocurrido no hace más que "abonar lo que la gente piensa en cuanto a la pérdida de legitimidad de los políticos". En diálogo con La Capital dijo que no imaginó cuando asumió el 10 de diciembre que en tan poco tiempo estaría ante una situación como la que enfrenta por estos días, donde la Justicia ordenó restituir a Boasso en su banca y en el Concejo las posiciones se separan cada vez más. "No soy el dueño del Concejo, sólo el presidente del cuerpo y todo debe ponerse a consideración", aseguró tras admitir que en sus manos tiene un proyecto de resolución de su autoría en el que recomienda acatar el fallo judicial. Pero la iniciativa no lograría ni siquiera el mínimo espacio para ser debatida. "Las posiciones están lejos del consenso", apuntó y se lamentó ante la posibilidad -que no descartó- de que no se logre quórum mañana. Quienes resisten el ingreso de Boasso son el bloque oficialista del socialismo popular (ocho concejales), el radicalismo celeste (cinco más Gloria Sotelo, del bloque Mirasol) y el peronista (tres). Los representantes del ARI y Frente para el Cambio, tres más, ostentan una postura más moderada pero igual en contra de la asunción de Boasso. En total, entonces, 20 concejales. Del otro lado quedarían los cavalleristas (ocho), radicales de Convergencia (cuatro, sin contar Boasso), cinco o seis del justicialismo incluido Nicotra y Federico Steiger: 19 ediles. Y Nicotra reconoce el escenario en el que está actuando. "Esto es gravísimo y ocurre en un momento en que la ciudad necesita otro tipo de discusiones". Descartó la posibilidad de renunciar y aseguró: "Seguiré al frente del Concejo porque estoy para resolver problemas, no para evitarlos". Según conjeturó, otro hubiese sido el panorama "si el fallo judicial abarcara la cuestión de fondo y no como se dictó con carácter provisorio". Es que "en ese caso se acata o no, asumiendo los riesgos; en cambio así da para interpretaciones y eso hace que haya distintas posiciones y todas alejadas entre sí", advirtió. El cavallerismo adelantó que mañana irá al recinto y si no hay sesión armará una conferencia de prensa convocando a la "cordura" al resto. Federico Steiger, por su lado, estimó que "ya se le debió haber tomado juramento a Boasso la semana pasada, porque es lo que corresponde". Alberto Joaquín, justicialista, señaló que "más allá de que las ocupaciones de Boasso son incompatibles con su cargo de concejal, debe asumir; así lo dispuso la Justicia". A Boasso se le negó volver a ocupar la banca en diciembre pasado, cuando la mayoría de las bancadas no le aprobó el diploma tras lograr la reelección con algo más de 20 mil votos. Tras ello, planteó el tema en la Justicia y finalmente, dos semanas atrás, la Cámara Contencioso Administrativa ordenó al Concejo que le permita ocupar la banca.
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