| | cartas En memoria de Gabriela
| El 11 de junio del año pasado, Gabriela Ribone, con sus doce años, fallecía después de 18 días de pelear por su vida junto a los médicos del Hospital Italiano que la atendían y junto a sus familiares y amigos que la rodeábamos en distinta proximidad pero semejante dolor. El 24 de mayo anterior Gabriela había sido atropellada por un auto que se subió a la vereda por la cual ella regresaba a su casa desde la escuela. Gabriela era hija de mi amigo de toda la vida, el Pepe Ribone, y era, a la vez, amiga de mi hija. Fue así que se hizo terriblemente dramática para mí una percepción cotidiana de la absurda violencia callejera de quienes usan sus vehículos con brutal desprecio por la vida. Aquel día en macabra coincidencia hubo en esta ciudad otros dos accidentes a la misma hora, en que las víctimas fueron también niñas de doce años que salían de la escuela, una de ellas también víctima fatal. En una nota que escribí al respecto, publicada por La Capital el 21 de junio de 2001, proponía ver esta violencia de la vía pública como reflejo puro de la violencia tendida sobre el conjunto de este país acosado, y decía lo de "puro" porque no veía en esa violencia los objetivos que pudiera tener por ejemplo un desesperado que roba por supervivencia. Proponía asimismo al respeto como una forma de resistencia. Desde entonces el país ha pasado por remezones populares tendientes a un cambio profundo en esta sociedad. La violencia callejera del tránsito sin embargo sigue igual. Adriana De Biasi de Ribone, mamá de Gabriela, escribió una carta que fue publicada en estas páginas el 27 de marzo pasado. Esas líneas habían sido motivadas por la lectura de una entrevista, publicada en este mismo diario, al Director Municipal de Tránsito, a quien Adriana percibía como muy superficial al respecto de este serio tema. La carta de Adriana, en su profundo dolor de madre que no recuperará a su hija, tendía a procurar que esta situación cambie de aquí en adelante para que nadie deba lamentar más absurdas muertes. En homenaje al dolor de mis amigos, los padres de Gabriela, que es también mi dolor, en sentida memoria de Gabriela Ribone y en homenaje a su potencialidad tronchada hace un año, es que quería recordar esta fecha. Mario Piazza
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