Año CXXXV
 Nº 49.507
Rosario,
miércoles  12 de
junio de 2002
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El Papa aceptó la renuncia del obispo acusado de paidofilia
Kendrick Williams estaba al frente de la diócesis de Lexington, la tercera en importancia en EEUU

El Papa Juan Pablo II aceptó este martes la dimisión del obispo estadounidense de Lexington (Kentucky, Estados Unidos), monseñor Kendrick Williams, acusado de paidofilia. Lexington es la tercera diócesis norteamericana, después de Palm Beach y Milwaukee, que pierde su obispo titular en el marco del escándalo de sacerdotes paidófilos que azota a la Iglesia Católica estadounidense.
Williams ya había sido apartado de su cargo hace algunos meses, después de que un ex monaguillo interpusiera una demanda por agresiones sexuales que se remontan a más de 20 años. El obispo siempre negó las acusaciones, pero decidió abandonar sus funciones, acogiéndose al derecho canónico, que permite a un prelado renunciar a sus funciones antes del límite de edad, fijado en 75 años, "por razones de salud o de conveniencia personal", precisó el Vaticano.
El Sumo Pontífice no está obligado a aceptar las dimisiones, pero el alcance del escándalo es tal en Estados Unidos que no le permitía seguir indeciso. La opinión pública estadounidense exige responsabilidades y la prensa acusa al Vaticano de inoperante.
Antes de la renuncia de Williams, ya había aceptado el 8 de marzo la de monseñor Anthony O'Connell, obispo de West Palm Beach (Florida), y el 24 de mayo la del arzobispo de Milwaukee (Wisconsin), Rembert G. Weakland, ambos acusados de agresiones sexuales.
Para buscar una salida a la crítica situación, el Papa había convocado a los cardenales estadounidenses el pasado 24 de abril para mantener una reunión de crisis en el Vaticano dedicada al problema que plantean los sacerdotes paidófilos. Dos documentos fueron publicados al término de la reunión: un mensaje a todos los sacerdotes de Estados Unidos con un programa de acciones de seis puntos que será sometido en junio en la asamblea general de obispos estadounidenses en Dallas (Texas) y un texto que explica las decisiones adoptadas en el encuentro.
El plan de lucha defiende un proceso especial para apartar del sacerdocio a los culpables de haber cometido abusos sexuales sobre menores y permitiría a los obispos alejar de sus funciones a los sacerdotes que representen un peligro para los niños. Sin embargo también concede la posibilidad de perdón a los que abusaron una sola vez (ver aparte).
Las acusaciones de paidofilia contra sacerdotes o contra la dirigencia católica en Estados Unidos no son nuevas y resurgen periódicamente en los últimos veinte años. La institución eclesiástica ya se había visto sacudida en 1984, con la condena de un cura en Luisiana por abusos sexuales contra menores. Un estudio al respecto concluyó que los abusos sexuales eran una enfermedad difícil de detectar y recomendó que los obispos cooperaran con las autoridades.
Una ola de acusaciones impactó nuevamente sobre la Iglesia a comienzos de los años 90, obligando en 1993 a la Conferencia Episcopal a redactar directivas para enfrentar el problema. Y el escándalo resurgió en febrero pasado, con la condena a 10 años de prisión de un sacerdote destituido, John Geohan, por agresión sexual contra un feligrés de diez años.

Llueven acusaciones
Desde entonces llueven acusaciones. Desde comienzos de año se presentaron al menos 300 acusaciones civiles, y se relevó de sus funciones a no menos de 218 sacerdotes acusados de paidofilia, según la prensa estadounidense. En tanto, un padre retirado, Paul Shanley, fue arrestado en California, acusado de triple violación contra un joven católico.
Los especialistas estiman en 1.500 (sobre un total de 140.000) el número de sacerdotes que agredieron sexualmente a niños o jóvenes adolescentes durante los últimos 40 años.
La mayoría de esos casos dieron lugar a querellas civiles y fueron solucionados a través de acuerdos extrajudiciales mediante desembolsos por daños cuyo total, que la Iglesia nunca reveló, se estima en mil millones de dólares. El escándalo dio lugar asimismo a no menos de dos suicidios de sacerdotes acusados de agredir sexualmente a menores. (AFP)



Williams, tercera baja en los últimos tres meses.
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