Buenos Aires.- La escalada delictiva que en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires tiene como blanco a policías se cobró ayer dos nuevas víctimas aunque ninguno de ellos estaba uniformado. Fue en distintos asaltos perpetrados contra locutorios, uno de los cuales tuvo un resultado especialmente sangriento: fue consumado por un hombre "dispuesto a todo" que irrumpió en el negocio con un arma en cada puño y abrió fuego en forma enloquecida al descubrir allí dentro a un sargento que hacía adicionales como custodio, al que le pegó dos tiros. En este atraco, que fue en el barrio porteño de Almagro, el delincuente también resultó herido. Todo se produjo a las 8.40 de ayer en un local ubicado en Don Bosco y Castro Barros, cuando un ladrón entró al lugar como si fuera el parroquiano de una cantina del lejano oeste: llevaba en sus manos dos revólveres, uno calibre 22 y otro 38. Un sargento que se desempeña en la comisaría 10ª de Capital y actúa como custodio del lugar vistiendo ropas de civil intentó detener al delincuente. Ante ello, el ladrón comenzó a disparar sus armas en forma indiscriminada. Como consecuencia del tiroteo, el suboficial recibió un balazo en el cuello y otro en la pierna derecha, en tanto que el delincuente fue herido en ambas piernas. Mientras el ladrón fue trasladado al Hospital Durand en una ambulancia, el policía fue llevado hasta un cruce de avenidas en el cual descendió un helicóptero sanitario que lo trasladó hasta el hospital Churruca, donde quedó internado con pronóstico reservado. En el local, que según los vecinos fue asaltado por lo menos en diez oportunidades, quedó el piso manchado de sangre y hubo varios vidrios rotos como consecuencia de la lucha y tiroteo entre el ladrón y el policía. Por último, otro suboficial de la Policía Federal fue herido de tres balazos cuando se resistió a ser asaltado por tres delincuentes, uno de ellos de 14 años, que entraron a robar en un locutorio del partido bonaerense de San Martín. Este incidente ocurrió en las últimas horas del domingo y según las fuentes, el cabo primero Hugo Lugo -que estaba franco de servicio y de civil- se encontraba como cliente junto a su novia en el locutorio asaltado. En esas circunstancias dos hombres armados entraron con fines de robo, mientras un tercero se quedó como campana en la puerta del local. En ese momento, mientras uno de los dos ladrones redujo al encargado del comercio y robó el dinero de la caja, el otro revisó al dueño y a los clientes con la intención de sustraerles sus pertenencias, explicó una fuente de la investigación. Al ver el robo, Lugo -que es empleado de la Guardia de Infantería- tomó su arma reglamentaria, se identificó como policía y luchó con el ladrón que revisaba y asaltaba a los clientes. En medio de la pelea, el ladrón que se encontraba junto a la caja apuntó al policía y le efectuó varios disparos, por lo que se produjo un enfrentamiento. El policía resultó herido de bala en el brazo izquierdo, en la pierna derecha y en el tórax, mientras que los tres ladrones, aparentemente ilesos, huyeron. La novia del policía pidió inmediatamente una ambulancia y Lugo fue hospitalizado y operado. (Télam)
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