Mauricio Maronna / La Capital
Adolfo Rodríguez Saá no conoce el miedo escénico. Con su sonrisa pegada como una oblea desafía a Carlos Reutemann en su propio territorio, sugiriendo que si no renuncia a la presidencia del congreso partidario estaría propiciando un fraude en las internas; reparte mandobles contra José Manuel de la Sota y marca la cancha a su arbitrio. Todos los que no están con él forman parte del Pacto de Olivos, dice el brevísimo ex presidente de la Nación en una jugosísima entrevista con La Capital. "Les voy a ganar a todos en primera vuelta", sentencia sin el menor pudor y sin temor a la desmesura. El Adolfo apuesta fuerte, tensa la cuerda y no se guarda nada: "El 20 y 21 de diciembre actuaron bandas. A la puerta del Congreso de la Nación la abrieron desde adentro, y el que estaba adentro era (Eduardo) Camaño. Ahora se terminaron las bandas, ¿no?". -En las últimas horas dijo dos cosas muy graves: que podría haber fraude en la interna y acusó a Duhalde y a Reutemann. ¿Qué pruebas tiene? -Es muy simple: debe haber elecciones internas para elegir autoridades y para designar a los candidatos presidenciales. Y Reutemann es el presidente del congreso partidario. Tiene que garantizar que habrá internas y cómo van a ser. Que los santafesinos le toleren que no hable es un problema de los santafesinos, pero yo quiero que me diga cómo será el padrón, la junta electoral. Además, él será candidato, es parte interesada. -¿Se debe llamar ya a internas? -Se debería convocar ya a elecciones generales en el país. No tengo ningún contacto con los gobernadores, pero ellos están planteando el anticipo de los comicios, están dando fechas. Yo voy a ser candidato y tengo derecho a exigirle a Reutemann que garantice la ecuanimidad del proceso, porque él también va a ser candidato. Es juez, parte y además hace silencio. -Se fue de la Presidencia reivindicando la actitud "leal" de Reutemann y ahora lo ubica en el bando enemigo. -No. Reutemann es una buena persona y un buen dirigente político. Pero tengo fuertes discrepancias políticas: él es parte del Pacto de Olivos, que es el autor de la decadencia argentina. Será el candidato del Pacto de Olivos. -Concretamente, ¿a qué llama Pacto de Olivos? -Al acuerdo generacional entre Menem, Alfonsín y Duhalde. Y a las estructuras que les pertenecen y que han mantenido para perpetuarse en el poder. Reutemann es funcional a esas estructuras. Es más, la candidatura de Reutemann surge como propuesta de Duhalde tras la reunión del presidente con (Felipe) Solá y los intendentes del conurbano bonaerense. Ellos propician el binomio Reutemann-Solá, reemplazando a Reutemann-Chiche Duhalde. -Reutemann dijo que no será el delfín de Duhalde. -Bueno, los medios dicen eso. -¿Lo ataca al Lole porque es el rival a vencer? -El Pacto de Olivos llevará un candidato: Reutemann, Menem, De la Sota o Duhalde. Seré el postulante que no representará al Pacto de Olivos. Y les voy a ganar a todos en primera vuelta. -¿Quiere ser el Menem del 89, al menos en la estrategia de campaña? -(Se molesta). Tengo una metodología totalmente distinta a la de Menem. -Estamos hablando de campañas electorales. -Bueno, desde el punto de vista de caminar el país puede ser... Voy a ir a todos los rincones, pero mi propuesta es muy sólida y tengo el respaldo de 18 años de gestión exitosa en San Luis. La situación de la Argentina también es diferente. Si bien en el 89 había hiperinflación, el país hoy está mucho más destruido. El único camino que queda es fundar una nueva República sobre las ruinas de esta Argentina que cada día está peor. -No son pocos los que dicen que usted, al declarar el default, contribuyó gravemente a destruir lo poco que quedaba en pie. -Los que dicen eso mienten y tratan de tapar la irresponsable pesificación y devaluación que hicieron. ¿Qué es declarar el default? Lo que hice fue decir que la deuda externa es el más grande negociado, que nadie sabe a quién le debemos, cuánto, quién recibió la plata, qué se hizo con ese dinero. Primero hay que determinar la legitimidad de la deuda, por eso me aplaudieron en el Parlamento. Y dije que se suspendían los pagos, y los pagos siguen suspendidos. Es lo único que respetó Duhalde de todo lo que hice. -Pero además celebró el default como un gol de Argentina a Brasil. -Esas son palabras de los traidores a la patria. Hablé con Bush, con el FMI, con líderes europeos. Ellos decían que la Argentina iba a salir adelante. Los que me critican lo hacen para esconder el negociado de la deuda, la corrupción. -¿Se arrepiente de algo? -Sí. Tomé el país en estado de guerra civil, con el dolor que me producían los muertos de la Plaza de Mayo y de Rosario, y donde la tragedia estaba en varias provincias. Tomé el poder en una Argentina incontrolable y trabajé siete días con mucha intensidad. Dicen que fue un error la designación de Grosso... Y los rosarinos no me perdonan que (Víctor) Reviglio y (José María) Vernet hayan ocupado cargos. Lo importante es lo que hice: incorporé a los excluidos, a las Madres de Plaza de Mayo, a los piqueteros. -El viaje a Chapadmalal se pareció a un suicidio político. -Fui ahí porque (Néstor) Kirchner me pidió que salga de Olivos. La reunión se hizo por solicitud de (José Manuel) De la Sota, y después los gobernadores no fueron. -¿Por qué no tuvo el apoyo de los gobernadores? -Pregúnteselo a ellos. No lo sé, no lo sé. La clase política no quiere combatir los privilegios de la corrupción. Mi sostén eran los gobernadores del Frente Federal y, algunos de ellos no fueron a Chapadmalal. Reutemann dice que no fue por problemas de tormenta, Marín porque no le habíamos dado una tarjeta de oro... -Daba la sensación de que usted tenía la decisión tomada de mantenerse en el poder hasta el 2003. -Cómo será eso de falso que después (los gobernadores) apoyaron que las elecciones se hagan en el 2003. Los gobernadores no querían elecciones, deseaban pesificar y devaluar para licuar el pasivo de los ricos y el salario de los trabajadores. Los gobernadores justicialistas traicionaron el principio de justicia social y lo único que querían era esperar de rodillas al FMI. Supongo que no me apoyaron porque estaban en desacuerdo con el presupuesto que yo proponía, que eliminaba la corrupción estructural. -¿No tenía decidido irse del poder antes de viajar a Chapadmalal? -No, ese día trabajé con un entusiasmo impresionante. -¿Quién lo tumbó? -El Pacto de Olivos, cuya expresión legislativa es muy fuerte. La alianza entre diputados y senadores bonaerenses de la UCR y del PJ es suficiente para bloquear a cualquier gobierno. El 20 y 21 de diciembre actuaron bandas. A la puerta del Congreso de la Nación la abrieron desde adentro, y el que estaba adentro era Camaño. Ahora se terminaron las bandas, ¿no? -¿Cómo serán los próximos meses? -Gravísimos. Duhalde está cometiendo un error tremendo al no convocar a elecciones. Si se producen estallidos sociales sobre una situación inmanejable el proceso electoral será complicadísimo. -Al estar tan fragmentado, ¿el peronismo no corre riesgo de perder las elecciones? -Pero el día de la elección somos todos peronistas... Por eso voy a ganar en la primera vuelta. Después todos se disciplinan detrás del que gane.
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