Tampoco pudo ser este año. La hípica americana vio frustrada nuevamente la posibilidad de ver a un triplecoronado, ya que War Emblem -el caballo que estaba a un paso de poder conseguirlo-, fracasó rotundamente en la 134ª edición del tradicional Belmont Stakes -último paso de la Triple Corona norteamericana-, disputado ayer sobre la distancia de 2.400 metros en el hipódromo de Belmont Park, New York.
El que aprovechó la oportunidad fue Sarava, uno de los menos jugados del lote y al que poco le importaron los pergaminos que traía el gran favorito, luego de ganar el kentucky Derby y el Preakness Stakes.
El ejemplar Sarava, entrenado por Ken McPeek y conducido brillantemente por Edgar Prado, abonó $142,50, 50,- y 22,40 cada dos y empleó un registro de 2' 29'' 71c para recorrer los 2.400 metros de arena, con parciales de 24'' 11c para los 400 metros; 48'' 09c los 800; 1' 12'' 38c para las 12 cuadras; 1' 37'' 01c la milla y 2' 03'' los dos kilómetros, rematando en 26'' 71c los últimos 400 metros.
El hijo de Wild Again y Rhythm of Life (por Deputy Minister) superó por 1/2 cuerpo a Medaglia D'Oro, mientras Sunday Break finalizó 3º a 9 1/2 cuerpos del vencedor. Por su parte, el gran favorito War Emblem llegó 8º a más de 30 cuerpos, dilapidando los $1,25 por cada boleto que prometía en las pizarras.
La competencia, a la cual asistieron unos 80.000 espectadores, contó con un ritmo muy rápido, complicando el plan que tenía previamente War Emblem y favoreciendo a su vez a Medaglia de D'Oro y Sunday Break, que también están acostumbrados a correr en la delantera. Ese trámite movido benefició al vencedor, que está acostumbrado a correr de atropellada.
La carrera, realizada en el óvalo de 2.400 metros, se mantuvo muy pareja en las tres cuartas partes de la misma entre Wiseman's Ferry, Medaglia D'Oro, Proud Citizen y el propio War Emblem, que sufrió un percance a la salida. Pese a ello, War Emblem llegó a ubicarse en la vanguardia con el hocico de ventaja en la última curva, pero inexplicablemente se fue quedando sin fuerzas, para recalar en el 8º lugar.
Con su decepcionante actuación, War Emblem se convierte en el ejemplar Nº 16 que pierde la última joya de la Triple Corona luego de haberse impuesto en los dos primeras (Kentucky y Preakness), además de ser el 7º en los últimos 21 años.
Ayer quedó demostrado que el Belmont Stakes -la carrera más larga de la serie-, es el tramo más complicado por sortear y War Emblem, que no pudo acreditarse los 5 millones de dólares destinados como plus extra, lo vivió en carne propia.
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La Ciudad
