El pueblo surcoreano pretenderá seguir soñando con la posibilidad de llegar lo más lejos posible en el Mundial que coorganiza con Japón cuando en la madrugada argentina del lunes su selección se enfrente con la de Estados Unidos, por el grupo D, luego de que ayer centenares de estudiantes manifestaron contra el país del Norte. El conjunto orientado por el holandés Guus Hiddink se ilusiona con repetir lo hecho en el debut ante Polonia, rival al que le ganó con claridad por 2 a 0, para así tener aspiraciones serias de ser uno de los clasificados del grupo. Por lo pronto, a esta altura de las circunstancias el ex técnico de Real Madrid de España ya ha sacado patente de ídolo para el pueblo coreano, a punto tal que las autoridades del hotel Westin Chosun de Seúl ya decidieron que el entrenador podrá tomar en sus instalaciones "cerveza gratis, de por vida", como muestra de agradecimiento por el éxito alcanzado. Lo cierto es que Corea del Sur aparenta tener en la madrugada del lunes un adversario más complicado que el anárquico combinado polaco. Estados Unidos, así, se erigió en una de las mayúsculas sorpresas de la Copa al derrotar en el debut a Portugal por 3 a 2, en partido en el que exhibió una notable efectividad en la primera parte, cuando en apenas 30 minutos ya estaba 3-0 arriba en el tanteador. Los conducidos por Bruce Arena aprovecharon al máximo las deficiencias enarboladas por los lusitanos y se llevaron un triunfo justo, que también eleva sus pretensiones de acceder a octavos de final. El entrenador todavía no definió si atajará el recuperado Kasey Keller o mantendrá en la valla a Brad Friedel, y tampoco despejó la duda respecto de si Joe Max Moore o Brian McBride será uno de los acompañantes de ataque del pibe Landon Donovan. (Télam)
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