Los radares volvieron ayer a vigilar la velocidad de los conductores. Y podría decirse que el regreso fue exitoso: en Ovidio Lagos al 2200, donde se instaló uno de los equipos, se registraron en un lapso de seis horas sólo 20 vehículos en falta. "Estuvo todo muy tranquilo, la mayoría estaba al tanto de los controles", dijeron los encargados de las dos cámaras que se movilizaron desde las 7 y hasta las 19 por distintas calles de Rosario. Después de seis meses -cuando expiró el contrato de la Municipalidad con la anterior empresa de radares- volvieron ayer estos controles a las calles rosarinas. La máxima velocidad registrada por el radar que se ubicó ayer a la mañana en barrio Parque fue de 80 kilómetros por hora. "Pero fue un sólo auto, el promedio fue de 45 kilómetros por hora", sostuvo el encargado del manejo del equipo. En esa cuadra -Ovidio Lagos al 2200- se considera infracción cuando los automovilistas superan los 60 kilómetros por hora. "En rigor se multa a partir de los 66 porque hay una cierta tolerancia en los controles", aclaró el encargado de ese equipo, quien aseguró que "el móvil se nota a la legua, por eso alcanzan a pisar el freno". El otro equipo ubicado primero en avenida Belgrano al 1900 y más tarde en Arijón al 500 no era tan visible, aunque también podía detectarse unos metros antes, los suficientes como para reducir la velocidad a tiempo. "Los colectiveros y taxistas se avisan entre ellos que estamos", dijeron desde los controles. Para los inspectores, lo extraño fue que no se escucharon insultos, o muy pocos. "El año pasado nos tiraban con lo que tenían a mano", contaron. Por eso, ahora están acompañados por un policía. Los radares volvieron para quedarse, y quienes sobrepasen las velocidades máximas (40 kilómetros por hora en calles y 60 en avenidas) serán castigados con multas que van de los 60 a 200 pesos.
| Comenzaron los controles de alta velocidad en Rosario. (Foto: Marcelo Bustamante) | | Ampliar Foto | | |
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