| | cartas Vuelven los recaudadores
| Entre gallos y medianoche, la Municipalidad de Rosario a través de su brazo ejecutor, la Dirección de Tránsito, nos impone nuevamente el método recaudatorio que con mayor voracidad se ha cernido sobre los automovilistas locales en los últimos tiempos. Curiosamente, mientras el intendente poco tiempo atrás manifestaba la falta de recursos para licitar el servicio(?), de un día para otro se lo adjudica directamente a la anterior prestataria, que se ha sacrificado en aras de mejorar el tránsito rosarino. Es evidente que aun manejando las supuestas estadísticas, no convencen ya a nadie con argumentos banales en pos de justificar lo injustificable. Quién puede creer que una cámara camuflada después de una curva o detrás de un árbol en calles anchas sin cruces (avenida Belgrano, Perón, Circunvalación) puede ordenar el tránsito. Esta subestimación de la capacidad de reacción de los rosarinos los ha llevado a encarnizarse en lograr de un modo u otro implantar los "recaudares", con el silencio repulsivo de todo el Concejo, ente que ni siquiera se ha dignado en informar qué destino se le dieron a los suculentos ingresos logrados, como tampoco cuánto se le liquida al prestador por este servicio ¿o es información reservada? Se pretende usar como aval el hecho de haber labrado 4.000 infracciones mensuales, de lo que se deduce únicamente que alguien cobra por ese servicio 15.000 pesos o dólares mensuales, y que lo que queda en las arcas rosarinas tal vez ayuda a pagar los sueldos de la gran fiesta de los últimos años, pero del tránsito ni hablar. ¿Cuántos semáforos se instalaron? Basta ver los baches de la actualidad para imaginarse que en bacheo no se destinó mucho, los carros tirados por caballos y guiados hasta por menores, los ciclistas casi todos daltónicos no reconocen los semáforos y les da lo mismo ir por derecha o por izquierda. Señores, basta de mentiras ¿o no entendieron nada? Manuel Sesan
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