Venado Tuerto. - Un grupo de ex empleados de un supermercado local impidió que sus propietarios se llevaran la mercadería que ya tenían vendida para la apertura de un local de iguales características en Concordia (Entre Ríos). Según los obreros, los dueños del supermercado Kares pretendían retirarse de Venado sin que se enteraran los empleados. Estos reclaman la indemnización pero al no tener respuesta favorable, la Justicia laboral trabó embargo sobre todos los bienes cargados en un camión hasta llegar a un arreglo.
La insólita situación se desencadenó en la noche del lunes y hasta el cierre de esta edición los tres empleados del supermercado Kares, ubicado en Lisandro de la Torre 841, seguían apostados frente al local esperando un acuerdo para las primeras horas de hoy. De no mediar un acuerdo favorable a los trabajadores, éstos se comprometieron a seguir la vigilia.
Al parecer este supermercado acostumbraba a cerrar por algunos días aunque en esas oportunidades los empleados retornaban al trabajo cuando los dueños decidían volver a abrir. Sin embargo, y luego del último cierre, los trabajadores se presentaron tras la reapertura y no fueron retomados, lo cual les originó una sospecha. Después, con el vaciamiento del local, se montó el pequeño piquete para impedir el retiro de las mercaderías.
El embargo trabado por la jueza laboral María del Rosario Raies impide al chofer del camión, cargado casi en su totalidad con mercaderías, seguir su viaje. La unidad está custodiada constantemente por los empleados desde hace 48 horas.
Desmantelado
Según los empleados, el supermercado Kares fue literalmente desmantelado por los propietarios, quienes adujeron que iban a trasladar el local a Concordia. Fue por ello que en las últimas horas comenzaron a cargar en un camión con acoplado todas las pertenencias. Cuando los empleados fueron alertados de ello se dirigieron hasta el local e impidieron que siguieran cargando. "Lo único que queremos es cobrar lo que nos deben", dijo una ex empleada, Vanina Quiroga.
En el mandamiento resolutorio de la jueza Raies se afirma que "a los fines de trabar formal embargo sobre la totalidad de los bienes, muebles y útiles, mercaderías y hasta incluso sobre el camión se hace constar al oficial de justicia que el mismo se encuentra facultado para hacer uso de la fuerza pública en el caso de ser necesario".
Según el testimonio de los empleados, dos mujeres y un hombre, lo adeudado en concepto de indemnización ronda los once mil pesos. Más de tres mil pesos se le adeuda a cada una de las chicas (Vanina Quiroga y Erica Núñez) y algo más de cuatro mil a Héctor Núñez.