| | Mató a un policía y huyó en auto robado El uniformado intervino en la pelea de un vecino con su mujer. Este lo asesinó, se tiroteó con un móvil y escapó
| Un suboficial de la Policía Federal de 27 años fue asesinado a balazos ayer en el conurbano bonaerense al intervenir en la reyerta entre un ladrón y su mujer. El delincuente había baleado a su compañera y luego del matar al agente protagonizó una secuencia de violenta locura: hirió a un conductor, le robó el vehículo, se tiroteó con una patrulla y recibió un balazo. Pero logró desaparecer. El suceso ocurrió a las 13 en el partido de Merlo, en el oeste del Gran Buenos Aires, donde falleció el cabo Gabriel Ignacio Tchouzean, que prestaba servicios en la comisaría 7ª del barrio porteño de Once, convirtiendose en el 29º federal asesinado. El homicida, de apellido Carrizo, tuvo una fuerte disputa con la mujer con la convive en su casa y en determinado momento le disparó un balazo, que la hirió en una pierna. El cabo Tchouzean estaba conversando en la misma calle con su mujer, con la que tenía un hijo de 6 años, a pocos metros de allí. Entonces escuchó el estampido y vio al hombre salir corriendo de la casa donde ocurrió el incidente. Tchouzean persiguió al agresivo sujeto, lo alcanzó y trató de detenerlo, para lo cual se trabó en lucha cuerpo a cuerpo, pero su contrincante alcanzó a sacar el arma con la que había herido a su mujer y le disparó al policía, quien cayó sangrando al suelo. El hombre se agachó, tomó el arma reglamentaria del cabo y con esa pistola lo remató de varios balazos ante la mirada horrorizada de la novia del policía, que observaba todo desde unos pocos metros de distancia. El asesino comenzó a correr hasta que ubicó una camioneta a la quiso subir pero no pudo hacerlo, por lo que detuvo al conductor de un Fiat Uno, quien al resistir el despojo de su vehículo fue herido de un balazo por el enloquecido delincuente, que arrojó al herido a la calle y continuó su huida en el auto. Una patrulla de la comisaría 4º. de Merlo, alertada por los testigos de los hechos anteriores salió en búsqueda del asesino y lo ubicó en una zona semi rural de Merlo, de calles de tierra y difícil acceso, aún sobre el Fiat Uno. Desde el vehículo, el fugitivo comenzó a disparar contra la patrulla, cuyos efectivos que repelieron la agresión con balazos que inutilizaron el auto robado e hirieron al hombre. El agresor herido abandonó el rodado y a pie logró desaparecer entre varios conjuntos de árboles que existen en el sector. (Télam)
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