Santa Fe se convirtió en la última de las provincias grandes que falta firmar el pacto fiscal con la Nación, una de las llaves para abrir la puerta al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El propio gobernador Carlos Reutemann se puso al frente de las negociaciones que se celebraron ayer en el Ministerio de Economía de la Nación y durante el transcurso de la jornada se barajó que el convenio mediante el cual la provincia se compromete a disminuir un 60 por ciento el déficit fiscal se iba a rubricar anoche mismo, pero luego esta versión no se confirmó. A última hora, el gobierno nacional redobló la presión: voceros de la cartera económica dijeron que el caso santafesino está demorando un pedido formal al FMI para que envíe una misión negociadora a la Argentina.
La expectativa para que el Lole pusiera ayer el gancho fue in crescendo con el transcurso de las horas. Según sus colaboradores Reutemann se ocupaba de éste y "otros temas" en la Capital Federal, mientras que el equipo de técnicos de la cartera de Hacienda de la provincia le seguía sacando punta al lápiz para que el documento final se asemeje lo más posible a lo pretendido por Santa Fe.
Con la expectativa de que se cierre de una vez por todas este capítulo de la larga historia de marchas y contramarchas que viene enfrentando el gobierno de Duhalde para avanzar en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, anoche, el ministro de Economía Roberto Lavagna, en comunicación telefónica con Anne Krueger, la subdirectora gerente del FMI, le pidió informalmente el envío de una misión negociadora del organismo hacia la Argentina. Poco después, voceros de la cartera económica sindicaban al caso santafesino como causante de la demora en efectuar un pedido formal.
El gobernador santafesino había llegado a la Capital en horas de la mañana de ayer y de inmediato se reunió con el equipo de negociadores que encabeza el secretario de Finanzas, Miguel Asensio.
Los funcionarios del gobierno nacional confiaban, en realidad, en tener la firma de Reutemann la semana pasada, pero la distancia entre lo que pretende la provincia y lo que quiere darle la Nación, demoró el acuerdo.
Durante el fin de semana y lo que iba del lunes, las posiciones se fueron acercando, siempre en medio de las urgencias nacionales. A primera hora el jefe de gabinete, Alfredo Atanasof, salió a decir a los medios que estaba "seguro" de que Reutemann firmará "en las próximas horas", a la vez que alabó la defensa que el Lole hizo de las condiciones exigidas: "Defiende y muy bien los intereses de su provincia", señaló el funcionario nacional.
El planteo santafesino
La demora en sentarse a firmar se basa en las exigencias que la administración de Carlos Reutemann planteó para sellar el pacto, que se concentran en dos aspectos: \* Que se compute en las cuentas provinciales los desembolsos previstos por el Banco Mundial en el marco del préstamo por 330 millones de dólares, que está retenido por haber entrado el país en default pero se liberarían si se arriba a un arreglo con el FMI (Santa Fe debía recibir este año unos 180 millones de dólares de esa fuente de financiamiento).
* El pago de unos 40 millones de las acreencias que la provincia mantiene con la Nación y un compromiso de pago por el resto, que en total suma 400 millones de pesos, tal como se arregló con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Anoche, a última hora, el equipo de Finanzas de la provincia seguía reunido en Buenos Aires con técnicos del gobierno nacional intentando arribar a una definición. De todos modos y aunque está de por medio una decisión personalísima del propio Reutemann, fuentes cercanas al primer mandatario santafesino y del gobierno nacional apostaban que hoy se llegará a un arreglo.
Los acuerdos bilaterales Nación-provincias tienen como objetivo la reducción del déficit fiscal de los estados del interior. Un paso importante en ese sentido se dio el viernes pasado con la firma de Buenos Aires, en manos de su gobernador, Felipe Solá, uno de los mandatarios que había expresado su resistencia para suscribir el pacto.
Desde el lugar mismo de la reunión con los técnicos del gobierno de Duhalde, el secretario Asensio dijo: "Hasta último momento seguiremos revisando las condiciones del acuerdo" y aclaró: "Tenemos toda la voluntad y la predisposición para que se firme, pero no hay que olvidar que todas las gestiones anteriores no le prestaron atención a muchas de estas cuestiones e incumplieron sucesivamente los pactos, por eso pretendemos ser muy precisos". Justamente, las necesidad de garantías para que la Nación no vuelva a incumplir con sus compromisos de pago es una de las cuestiones que más preocupa al gobernador.
El hecho de que Buenos Aires haya firmado y consiga determinada flexibilidad en las condiciones que le impuso la Nación, alentó a Santa Fe a no aflojar con los pedidos. "Lo que conocemos del acuerdo firmado por Solá es lo que trascendió en los medios", dijo Asensio, aunque remarcó que "lo que visualizamos -siempre en relación a los que se reflejó en los medios- es que Buenos Aires consiguió algunas cosas interesantes como reducir su déficit en un nivel menor al 60% que se le exige al resto de las provincias, recibirá un financiamiento importante (alrededor de 1.500 millones de pesos) que le permitirá sacar los bonos de circulación y también que la eliminación del déficit no tendrá que cumplirla en el 2003, sino en el 2004".
Los plazos extras para achicar el déficit y el otorgamiento de una abultada suma de dinero a la provincia de Solá alertó a los técnicos santafesinos. Asensio también mencionó el pacto firmado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires "la otra gran jurisdicción a la que se le reconocieron algunas deudas y se le flexibilizó el acuerdo global".
El secretario de Finanzas destacó que "la decisión política es de Reutemann", quien en rigor en el encuentro de gobernadores de La Pampa asumió el compromiso de llegar a un acuerdo con la Nación. Una alternativa pasa por rubricar una suerte de preacuerdo básico y darle un tratamiento por separado a los puntos de discordancias, para luego rubricar acuerdos "colaterales".
Provincia y Nación también mantienen diferencias en los ejes macroeconómicos sobre los que se sustenta el pacto y esto no es un dato menor, ya que esas variables tendrán incidencia en el nivel de ingresos de las provincias. Las variables de crecimiento, del incremento general de los precios y el comportamiento del tipo de cambio estuvieron en todo momento en discusión ya que Santa Fe plantea proyecciones bastante más conservadoras que el propio gobierno nacional.
Los que quedan
El gobierno nacional logró sumar ayer a Tierra del Fuego a las provincias que ya firmaron. Según el convenio, el estado fueguino se comprometió a reducir para este año su déficit financiero en un 60 por ciento, con relación al 2001, y a alcanzar el equilibrio presupuestario para el 2003.
Por su parte, la Nación establecerá un Programa de Financiamiento Ordenado destinado a atender las necesidades financieras de las provincias, el cual posibilitará su asistencia, en tanto observen pautas de comportamiento fiscal y financiero y den cumplimiento a los compromisos asumidos en la materia.
La Ciudad
