Rufino. - Un grupo de ex empleados de una molienda logró plasmar un proyecto cooperativo que hoy provee el 60 por ciento de la harina que consume esta ciudad. Además, comercializan los subproductos, ocupan a los transportistas del lugar y reciben a estudiantes del oficio que deben realizar sus tareas prácticas. Pero esto no es todo, sus organizadores insisten en que tienen precios accesibles para los productos que elaboran a partir de materias primas de la zona.
A un año de haber sido despedidos por la empresa Trigalia, Alejandro Rivarola, Oscar Pérez, Daniel Bertoneri, Umberto Audicio, Walter García y Sergio Romanutti, lograron modificar la angustia a la que se creían condenados cuando perdieron su fuente laboral. Hoy integran la Cooperativa de Trabajo Productiva Educativa (Coproe) que se puso en marcha el 14 de diciembre de 2001 y se sienten calificados para dar consejos a quienes pasan por esa situación.
"No hay que bajar los brazos, hay que seguir luchando, a nosotros el despido nos sirvió para potenciarnos, para aprender a vivir de nuevo", explicaron y acotaron que hoy hacen cosas que jamás imaginaron. "Nuestro proyecto llegó al Legislativo y fue declarado de interés provincial", argumentaron con un orgullo que no pasa por alto que a la consolidación de la cooperativa concurrieron los esfuerzos de instituciones, autoridades y hasta el resto de los comercios del lugar.
Un año atrás, cuando llegaron a trabajar como lo todos los días, se encontraron con que las puertas de Trigalia estaban cerradas. Durante esa misma jornada y en medio de la conmoción de su nueva calidad de desocupados, se reunieron con el intendente Gustavo Dehesa, quien les habló de un proyecto que les sonó inalcanzable: operar ellos mismos las abandonadas instalaciones de la una escuela de molinería que había en el lugar.
Doce años paralizada
Las instalaciones del establecimiento, inactivas durante los últimos doce años, pertenecen al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), organismo frente al cual la Municipalidad venía realizando gestiones a fin de destrabar varios trámites burocráticos y lograr que la planta volviera a cumplir sus funciones para la molienda de trigo. El proyecto de reactivación incluía actividades educativas, entre ellas las tareas prácticas de los alumnos de la escuela agrotécnica de la ciudad, y mantenerlo abierto a futuras tecnicaturas que pudieran habilitarse en la zona.
El 13 de junio de 2001, el entonces Secretario de Industria y Comercio de Santa Fe, Ricardo Fragueyro, presidió una reunión de la que participaron los ex empleados, autoridades locales y Darío Mascioli, por delegación zonal del Magic. El encuentro fue el embrión de la Cooperativa de Trabajo que hoy produce Rufihna, la harina que se vende en Rufino y su zona de influencia y que ya cuenta con un cliente de envergadura en la ciudad de Tucumán.
El proyecto, que aspira a ser integral, también contempla la venta de subproductos como el salvado y el afrechillo, que son utilizados en el tambo y para la crianza intensiva de vacunos. Además, utiliza materia prima e insumos de la zona y ocupa a vendedores, transportistas y distribuidores rufinenses, con lo que cierra el circuito productivo al que aspiraban las autoridades municipales para reactivar el mercado interno de esta ciudad del sur provincial.
La planta de la Coproe tiene una capacidad de trabajo para 24 toneladas de trigo por día, a un promedio de 16 bolsas por hora. Los socios de la cooperativa trabajan unas 16 horas diarias, aunque poseen una operatividad suficiente para aumentar el volumen productivo cuando den sus frutos el esfuerzo que están realizando por abrir mercados para Rufhina.
"Estamos realizando muchas inversiones, se construyó una planchada y se compraron dos silos que nos otorgarán autonomía de marcha para tres semanas de molienda y estamos arreglando el camino de entrada y así vamos a seguir", dijo Alejandro Rivarola. Respecto a los salarios, expuso que son un 40% menores a los que percibían en Trigalia.
Convenio de cesión
Coproe se integró después de que los representantes del Inti, Julio Velasco y Pedro Brunetto, firmaron un convenio de cesión de uso del equipamiento de la planta piloto de molienda de trigo que esa entidad tenía en Rufino a la Municipalidad del lugar por el término de cinco años. El trato habilita a la Coproe a realizar actividades de desarrollo, investigación y producción en esas instalaciones.
Los trabajos comenzaron el pasado mes de septiembre y cerca de fin de año llegó la primera molienda hecha con el esfuerzo cooperativo y durante el primer cuatrimestre se vendieron unas tres mil bolsas de harina. "El beneficio no es sólo para nosotros, sino para Rufino y sus alrededores", enfatizaron los integrantes del emprendimiento.
Pero nobleza obliga, ahora, en plena producción, los ex despedidos repasan con agradecimiento las distintas etapas que los convirtieron en elaboradores de harina. "Agradecemos a toda la comunidad de Rufino, porque de alguna manera todos nos ayudaron, y en particular a la administración municipal, que nos dio el primer envión", explicaron. Según los integrantes de Coproe, "muchas empresas de Rufino no pudieron hacernos trabajos gratis, pero siempre lo hicieron a un costo menor. Todos nos ayudaron de alguna manera", relataron.