Pablo F. Mihal / La Capital
Serafín Dengra fue una de las figuras emblemáticas que tuvieron Los Pumas de los 80. Jugaba de pilar pero tenía la movilidad de un tercera línea, una forma de jugar que lo caracterizó por siempre. Su objetivo dentro de una cancha era estar en contacto con la pelota la mayor cantidad de veces posible. Hoy continúa siendo extravertido, entrador y verborrágico. Sigue la campaña del seleccionado argentino porque él mismo no se cansa de repetir: "Me siento un Puma, siempre, aunque no juegue. El que se puso la celeste y blanca, cantó el himno y jugó un par de test match lo puede decir, es como que ahora se sigue jugando con la familia y con el trabajo". De hecho continúa despuntando el vicio con Los Pumas Classic. -¿Cómo ves a Los Pumas? -Los veo bárbaro. Desde el Mundial del 99 están haciendo una campaña espectacular. Fue muy importante que dejaran a los jugadores ir a jugar afuera a países importantes como Francia o Inglaterra, que el rugby de Los Pumas se "profesionalizara", esto entre comillas. Creo que estamos encarando la recta final al profesionalismo y que este equipo pudo jugarle de igual a igual a todas las potencias porque tiene una mentalidad profesional. -Vos fuiste uno de los primeros en ir a jugar al rugby profesional. Era una época que profesionalismo era una mala palabra. Vos, ¿te sentís un adelantado o naciste 15 años antes? -Llegue 15 años antes. Jugar en esta época me hubiera venido muy bien. Por esos años me hacían notas, iba a los programas, pero me gustaría ser más joven ahora e irme a jugar por el triple de plata, a hacer comerciales. Es espectacular poder vivir del rugby, poder recibir dinero por hacer algo que te gusta. -¿Qué diferencia notás entre el profesionalismo de esos años y el de hoy en día? -Es completamente distinto. Siempre hubo plata en el rugby mundial desde el 80 en adelante, pero ahora si bien no tiene la misma magnitud ya es como el fútbol. Creo que si los jugadores de Los Pumas son inteligentes, jugando cinco o seis temporadas afuera pueden hacer una buena diferencia. El rugby creció muchísimo y Los Pumas son jugadores muy bien cotizados en el exterior. -¿En qué andas hoy? -Me sigo entrenando. Es mi estilo de vida. Si no corro un par de veces por semana me pongo muy ansioso, nervioso. Trabajo en una empresa que es una red de gimnasios y sigo relacionado al deporte. Ahora es un poco más difícil porque estoy casado, tengo una hija y un varón en camino pero más allá de eso sigo entrenándome. Creo que el día que no corra más es porque estoy muerto.
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