Más de 600 chicos respondieron a la convocatoria del Centro de la Juventud con 60 proyectos comunitarios para llevar adelante en sus barrios. Cada iniciativa tuvo un sello singular, pero el rasgo en común fue apuntar a la inclusión social y el trabajo solidario. Entre las propuestas figura impulsar emprendimientos productivos, brindar capacitación laboral, generar espacios educativos, abrir canales de comunicación entre los vecinos, promover la salud, defender el ambiente, prevenir la violencia, arreglar veredas y hasta fundar una plaza. ¿Alguien se anima todavía a hablar de indiferencia entre los jóvenes?
De las 60 propuestas, cinco recibirán mil pesos de financiamiento por parte de la Municipalidad, una por cada distrito descentralizado. El pago será en cuotas, a medida que vayan cumpliendo las etapas de ejecución del proyecto.
Un jurado de 15 miembros (funcionarios municipales, representantes de la Universidad y de otros organismos nacionales e internacionales) evaluará cada propuesta para decidir cuáles de ellas resultarán beneficiarias. Los ganadores se conocerán el próximo 18 de este mes, en el marco de una muestra con todos los proyectos en el Centro de la Juventud.
De los presentados, 16 corresponden al distrito Sur, 7 al Sudoeste, 9 al Oeste, 15 al Noroeste y 13 al Norte. Los grupos del centro sólo pudieron participar de la convocatoria en caso de proponer proyectos para ejecutar en los barrios.
A multiplicar
En promedio cada grupo consigna a unos diez responsables, pero la mayoría pretende involucrar a mucha más gente en la ejecución del proyecto. En rigor, la meta deriva de la propia naturaleza inclusiva de las propuestas. "En perspectiva la convocatoria resultó maravillosa: por ejemplo, si en la zona sur conocíamos solamente a cuatro grupos de jóvenes, ahora tomamos contacto con por lo menos 16", explica la coordinadora del Centro de la Juventud, Carina Gerlero.
Para poder sistematizar las propuestas, muchos grupos echaron mano al asesoramiento ofrecido por el Centro. El dato no parece menor porque indica que la mayoría de las iniciativas no surgió de ámbitos tradicionalmente militantes, sino de jóvenes -incluso en condición vulnerable- que gestionaron sus propias estrategias de inclusión.
Entre los proyectos, tres proponen crear guarderías para los hijos de los beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados.
Otros apuntan a abrir espacios de recreación, a impulsar emprendimientos productivos (costureros, venta de productos elaborados en el barrio, agricultura urbana y hornos ecológicos) o a ofrecer talleres en la cárcel. También están los que cifran expectativa en radios comunitarias, en el rescate de la historia barrial o en la contención de otros pibes que atraviesan situaciones de de riesgo. No falta incluso el que propone el arreglo de las veredas y los espacios verdes del barrio. Por estos tiempos, los chicos piensan en grande.
La Ciudad
