Eduardo Caniglia / La Capital
Arrebatos de mochilas a los chicos que asisten a las escuelas de la zona, asaltos a la mujeres que salen con sus bolsos de los supermercados y robo de bicicletas parecen los delitos más comunes en la zona norte, según quedó reflejado en la constitución de la primera junta barrial de seguridad de Rosario. Representantes de diecisiete vecinales, cinco escuelas, siete centros comunitarios y de clubes dieron el puntapié inicial a la iniciativa que impulsa el gobierno de la provincia y que se planea extender a otras jurisdicciones de la ciudad. El jueves a la noche, un grupo de vecinos se dio cita en el centro municipal Villa Hortensia. Allí se reunieron en una suerte de debate abierto y sin agenda con un representante del Ministerio de Gobierno, Alfredo Vivono, secretario del Consejo Consultivo de Seguridad de Rosario. El funcionario recordó que la iniciativa de participación ciudadana nació hace seis años durante la gestión del ex ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, cuando el titular de la cartera de Gobierno, Esteban Borgonovo, se desempeñaba como secretario de Asuntos Legislativos. Aunque Vivono reconoció que el proyecto no fue ideado por los funcionarios de ese momento sino que fue elaborado teniendo las experiencias de países de Europa y Canadá. El funcionario señaló que la mecánica de funcionamiento será discutida por cada junta barrial porque "no hay nada organizado de arriba" y la tarea fundamental será recepcionar las inquietudes de los vecinos. Vivono comenzó su análisis del fenómeno del crecimiento del delito reconociendo que la "situación económica genera problemas de inseguridad". Pero además señaló que se deberá poner énfasis en la prevención de los ilícitos, aunque se deberá enfrentar la falta de presupuesto para dotar a la policía de mayores recursos. "No podemos resolver todos los problemas porque la fuerza está desbordada, pero con la colaboración de la sociedad podemos brindarle una salida a alguno de los reclamos", dijo. Las tres seccionales que tienen jurisdicción sobre la zona norte son la 10ª, la 30ª y la subcomisaría 23ª. Los jefes de esas dependencias no participaron de la reunión, pero Vivono dijo que en los próximos encuentros estarán presentes. "Queremos que la gente vea de otra manera a la policía. La idea es quebrar este hielo que siempre existió entre la sociedad y esa fuerza de seguridad para que no se vean como enemigos entre sí y además podamos controlar mejor su accionar", dijo el funcionario. Cuando el funcionario declaró abierto el debate, Oscar Fernández, integrante de la vecinal La Florida, tomó la iniciativa. Recordó un decreto firmado por el Poder Ejecutivo Nacional en los últimos días para que la Policía Federal patrulle junto a efectivos de Gendarmería y de Prefectura los accesos a la Capital Federal como un intento para prevenir el delito y lanzó la iniciativa de trasladar esta experiencia a Rosario. A su turno, una comerciante del barrio Parque Casas se refirió a las tareas realizadas en la zona, "rodeada por tres villas" para prevenir el delito, donde el subjefe de la seccional 10ª, Horacio Dimenza, según la mujer, cumplió "un rol destacado". "Dimenza se acercó al barrio y escuchó los problemas. La idea es que los habitantes adquieren una nueva conciencia a partir de que no solamente se debe castigar al ladrón sin también formar una práctica de prevención de delitos", explicó. Por su parte, Oscar Montero, presidente del club Sparta, se quejó de los constantes atracos que debe sufrir la entidad que preside. "Todas las noches entran al club y nos roban chapas. Anoche (por el miércoles) el sereno se tiroteó con un ladrón. Llamamos a la seccional 10ª, pero no fueron. Además nunca veo que se patrulle la zona", sostuvo.
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