Fernando Toloza / La Capital
Darío Grandinetti cumplió uno de los sueños de todo actor: filmar en su patria chica y rodar junto al director de lengua hispana de mayor importancia en el mundo, Pedro Almodóvar. El actor rosarino es el protagonista de "Hable con ella", del ganador del Oscar por "Todo sobre mi madre", y tiene un papel decisivo en "Ilusión de movimiento", el filme de Héctor Molina rodado en la ciudad. Los dos filmes se estrenarán seguidos entre agosto y septiembre próximos. El actor estuvo en Rosario para dar una charla, organizada por el Departamento de Relaciones Estudiantiles en el taller de teatro de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica, donde enseña Marta Varela, su primera maestra en el escenario (ver aparte). Grandinetti dijo que no sabe cuál será su destino laboral, después de constatar que en el último tiempo trabajó casi exclusivamente en España. -¿Cómo fue filmar con Almodóvar? -Fue una gran experiencia de aprendizaje. Almodóvar es alguien muy exigente, primero consigo mismo y después con la gente que lo rodea. Entonces, al ver el grado de exigencia que se pone, vos entendés por qué después te pide tanto. -¿Es un director tiránico? -No, para nada. Es muy divertido filmar con él y además me conmovió cómo mantiene vivo, a pesar de su importancia en España, el espíritu amateur. En "Hable con ella", por ejemplo, se trajo de su casa un par de ceniceros porque los que había conseguido la producción no le gustaban para la escena. Y lo de los ceniceros fue una entre tantas cosas. Se pasó muchos días llevando cosas. -"Hable con ella" parece que tiene pegada la etiqueta de la primera película de Almodóvar cuya historia es de hombres, ¿eso tuvo algún peso durante el rodaje? -Es cierto que es una historia de hombres, de dos tipos que son amigos en todo, pero no es la primera película de Almodóvar con una historia de hombres. Es un poco como la califica la prensa. Es una historia conmovedora donde se cuenta la amistad entre dos hombres de una gran sensibilidad. -¿Almodóvar no se hollywoodizó después de ganar el Oscar con "Todo sobre mi madre?" -No, para nada. Aunque puede hacer cualquier cosa, se mantuvo fiel a lo que quería contar e hizo una película muy difícil para el público, sin concesiones. -¿Cómo le fue a la película en Europa? -Muy bien. Yo la acompañé en España, Francia, Italia y Grecia porque quería ver la reacción de distintos públicos y en muchas partes dijeron que era la mejor película de Almodóvar. Participar en algo así me llenó de orgullo. Te diría que para mí, filmar con Almodóvar fue como jugar un partido al fútbol con Maradona. -Antes dijiste que la historia de Marco y Benigno, los personajes, era muy conmovedora ¿a vos la película te conmovió? -La primera vez que la vi me conmovía hasta las partes en las que aparecía yo y ahí me desenganchaba, porque verme me distraía. Después la pude ver mejor y creo que es sin dudas conmovedora. -Tu personaje ve un espectáculo y se pone a llorar de la emoción, ¿te pasó algo así alguna vez con alguna obra? -Marco se emociona y llora con un espectáculo de Pina Bausch y esa presentación del personaje. A mí nunca me pasó algo así, aunque hay espectáculos que sí me tocaron pero nunca hasta llorar. Esa emoción me pasa sobre todo con las películas. -En agosto próximo se estrenan en Argentina "Hable con ella", hecha en España, e "Ilusión de movimiento", hecha en Rosario, ¿qué significa eso para vos? -Me encanta. Las razones para hacer las dos fueron las mismas: me gustó el guión. Héctor Molina (el director de "Ilusión de movimiento") sabe que estoy dispuesto a volver a trabajar con él si el guión me gusta. El hecho de estar en estas dos películas es un poco el sueño de todo actor de hacer lo que quiere. -¿Cómo te llegó la convocatoria de Almodóvar? -Yo estaba en España filmando la segunda parte de "El lado oscuro del corazón" y me dijeron que Almodóvar me quería conocer. Al principio no me lo creí, pero era cierto. El me dijo que sólo conocía mi trabajo en la película de Eliseo Subiela, pero después me fui enterando de que me conocía mucho mejor (risas), que había visto otras películas. Después fue todo muy sencillo. -También estabas por filmar otra vez con Jaime Chávarri, ¿eso quiere decir que tu futuro laboral está en España? -No lo sé. Estuve trabajando mucho allá, y acá no hice nada este año. Lo de Chávarri es una película con Fanny Ardant que se pasó para el año que viene. En televisión actué en un episodio de "Tiempo final" y aparecieron varias cosas en teatro pero no me interesaron. -¿Pero querés volver a hacer TV? -En la televisión argentina no hay lugar para los actores, o al menos hay muy pocos trabajando. No es que yo rechace propuestas sino que directamente no me llegan. Aunque de los espacios que en TV hay para actores el único que me atrae es "Tiempo final", donde actué hace poco y se verá este martes. -¿Qué fue lo más difícil de tu papel en "Hable con ella"? ; ¿tuviste que bailar una mazurca? -No (risas), ni borracho lo hubiese hecho. Lo más complejo fue el proceso que tiene mi personaje de empezar siendo, aparentemente, un simple observador que termina involucrándose, de tal modo que todo lo que les ocurre a los otros personajes le sucede a él. Termina haciéndose cargo de una situación enorme. Empieza como un periodista que conoce a su pareja, una torera, en una entrevista y eso le cambia la vida. Mostrar ese proceso en el que Marco se va sintiendo desbordado por situaciones de otros fue lo más difícil. En cuanto a lo de la mazurca, es una escena donde se baila, pero yo no tengo nada que ver (risas), es una coreografía de Pina Bausch.
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