Año CXXXV
 Nº 49.496
Rosario,
sábado  01 de
junio de 2002
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Movilización de familiares de las víctimas fatales
Exigen la inmediata reparación de la avenida Circunvalación
Más de un centenar de personas repartió volantes en la arteria con la intención de evitar más accidentes

Con angustia, dolor y pocas palabras, más de un centenar de personas se instaló ayer a partir de las 10 en la avenida Circunvalación para exigir a las autoridades su reparación inmediata. El reclamo fue contundente: quieren evitar los accidentes de tránsito y muertes que se producen periódicamente a raíz del mal estado de la cinta asfáltica. Familiares de las víctimas repartieron volantes e hicieron firmar un petitorio a los automovilistas y camioneros que circulaban por el lugar.
Si bien no se cortó el tráfico vehicular en Circunvalación y Presidente Perón (ex Godoy), hubo demoras en el tránsito, pero esta vez no provocaron bronca entre los conductores, quienes por el contrario aplaudieron y apoyaron la medida.
La iniciativa surgió de la familia de Roberto Luraschi, de 19 años, quien murió el pasado 24 de mayo en un accidente de tránsito en Circunvalación. "Si esto no se arregla, juro por Dios que la Circunvalación se cierra, y no porque yo lo digo, sino porque hay muchísima gente que ha pasado momentos terribles aquí, en esta avenida", exclamó Marta Morist de Luraschi, madre de Roberto, mientras repartía volantes a los automovilistas.
Los ex compañeros y familiares del joven muerto paraban a los vehículos, explicaban el porqué de la protesta e invitaban a firmar el petitorio. "No esperes a que te pase para empezar a sentir", rezaban los panfletos que llevaban una cinta argentina y una de luto.
En lo que va del año ya son siete las personas que murieron por accidentes en la Circunvalación, y es moneda corriente el vuelco de camiones o de automóviles provocados por los baches, rajaduras y roturas que pueblan la avenida.
"Qué se puede decir, nada", sentenció Ariel, ex compañero de Roberto. El adolescente no pudo ocultar su congoja, y los abrazos y lágrimas entre los presentes fue una constante en la manifestación de ayer. "Hasta que no se mate el hijo de algún político no van a hacer nada", reflexionó Rocío, amiga de la familia, con un nudo en la garganta. Poco antes de las 17, la protesta terminó sin inconvenientes. "Recibimos muchísima solidaridad", comentó Marta de Luraschi.



La mamá de Roberto quiere evitar futuros accidentes.
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