El diputado nacional Julio Gutiérrez (PJ) responsabilizó ayer a los organismos de seguridad de la provincia y a sus autoridades por los disturbios que se originaron frente a la catedral santafesina en el acto conmemorativo del 25 de Mayo, donde el gobernador Carlos Reutemann tuvo que salir escoltado por la puerta trasera mientras algunos funcionarios de su gobierno eran agredidos por manifestantes.
El legislador está convencido de que lo que ocurrió el pasado sábado es un capítulo más de la campaña contra Reutemann para obstaculizar su eventual candidatura presidencial. En línea con esa hipótesis, Gutiérrez se encargó de diferenciar lo que son reclamos legítimos con los escenarios montados, cuyo único objetivo es esmerilar la imagen del gobernador.
"Una cosa es la protesta para peticionar ante las autoridades, y otra es armar un acto para provocar, agredir, y que se refleje que Reutemann tuvo que salir por detrás de la catedral", evaluó Gutiérrez.
Si esa era la meta, los manifestantes lograron su cometido. La agresión que sufrió el ministro de Salud, Juan Carlos Parola, y la referencia de que Reutemann debió ser escoltado para salir de la catedral tuvieron una amplia difusión en la prensa, sobre todo la porteña, durante toda la tarde del sábado.
Asuntos internos
"No es muy grato salir en esas condiciones", amplió Gutiérrez, y luego posó sus críticas en las personas que tenían que encargarse de que ello no sucediera: "Los organismos de seguridad y las autoridades tendrán que dar sus explicaciones al gobernador".
Si bien no los mencionó, el diputado responsabilizó por el fracaso del operativo al ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo; al secretario de Seguridad, Enrique Alvarez, y al jefe de la policía santafesina, Ricardo Milicic.
"Sinceramente no me interesa polemizar con Gutiérrez sobre este tema; prefiero discutir cosas más importantes", fue la tajante respuesta que dio ayer Borgonovo a La Capital.
Sin embargo, otras fuentes consultadas por este diario dijeron que la acusación de Gutiérrez a Borgonovo está ceñida a una cuestión de la interna partidaria y al oportunismo del diputado para "ganar espacio" dentro del círculo áulico del gobernador.
"La relación de Gutiérrez con Reutemann es muy oscilante. Y ahora aprovecha está situación para acercarse al Lole y ganarse su simpatía", agregó en estricto off otra fuente gubernamental.
Más allá de las disputas intestinas en el peronismo santafesino, los funcionarios más cercanos a Reutemann todavía no salen de su asombro por lo sucedido, aun cuando existían todos los indicios de que grupos de piqueteros y agrupaciones de izquierda (los batatas duhaldistas tampoco están fuera de análisis) se estaban preparando para hacerle pasar un mal rato al gobernador.
Fue el mismo Borgonovo el que venía alertando sobre la posibilidad que finalmente se dio. Por eso el gran operativo de seguridad y el vallado en torno a la catedral.
Aun así, los manifestantes lograron trasponer el cerco policial y quedaron cara a cara con algunos funcionarios. Parola fue el que se llevó la peor parte, pero va a resultar muy difícil que Reutemann pueda digerir la ignominia de salir, por primera vez en un acto público, escondido y por la puerta de atrás.
La Ciudad
