Islamabad. - El presidente de facto de Pakistán, general Pervez Musharraf, calificó de "enemigo" a India y negó a la vez toda participación de su país en los ataques terroristas en la parte india de Cachemira. En un discurso por cadena nacional, Musharraf aseguró ayer que el peligro de guerra no ha pasado. "El enemigo ha desplegado su ejército, su marina y su fuerza aérea", expresó el general respecto a India. "No queremos guerra. Pakistán no quiere comenzar una guerra. Pero si India nos obliga, daremos una respuesta adecuada", amenazó.
Además, destacó que la moderación que está ejerciendo su país no debe interpretarse como un signo de debilidad. "A pesar de esas provocaciones hemos ejercitado la contención. Esto no debería ser interpretado como un signo de debilidad". El presidente paquistaní aseguró además que no existe ningún tipo de infiltración terrorista a través de la frontera. "Pakistán no permitirá la exportación del terrorismo", aseguró.
India demostró su "tradicional enemistad" hacia Pakistán al acusarlo por el ataque terrorista contra su Parlamento en diciembre pasado y al agrupar sus tropas en la frontera y a lo largo de la Línea de Control (LoC) que divide Cachemira, añadió. La línea de cese del fuego de unos 750 kilómetros fue establecida por la ONU en 1947.
India reaccionó con moderación ante el discurso sobre Cachemira. El líder paquistaní tiene que probar con hechos sus palabras, afirmó Nirupama Rao, portavoz del Ministerio del Exterior. Previamente, el jefe de gobierno indio, Atal Behari Vajpayee, exigió durante una conversación telefónica con el primer ministro británico, Tony Blair, que se compruebe que Pakistán cumpla con sus promesas acerca de su lucha contra el terrorismo. "Si no hay un control comprobable, India no permanecerá como un espectador impasible", dijo Vajpayee. (DPA)
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