El proyecto elaborado por Roberto Lavagna para destrabar el corralito financiero supo ganarse una fuerte negativa de los agrupados en la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) y el visto bueno de las entidades nucleadas en la Asociación de Bancos Públicos y Privados (Abappra). Esto profundiza aún más la línea divisoria entre la banca nacional y la extranjera que se abrió desde el congelamiento de los depósitos en diciembre pasado.
El equipo económico elaboró un borrador para avanzar en la flexibilización del corralito, cuyos puntos básicos son el canje opcional de depósitos reprogramados y a la vista por títulos públicos, en dólares o en pesos, y la posibilidad de adquirir inmuebles en construcción o automóviles cero kilómetro.
Esta fue la respuesta dada por ABA al pedido de apoyo cursado por el Ministerio de Economía tras presentarles a las entidades financieras el borrador del último proyecto oficial, pero horas previas a la cumbre de gobernadores justicialistas la Asociación de Bancos pateó el tablero y difundió un comunicado objetando la iniciativa.
La Asociación de Bancos afirmó que la propuesta oficial para destrabar el corralito "no provee una solución ni integral ni definitiva de los problemas que aquejan a usuarios del sistema bancario, ahorristas, tomadores de préstamos y a las propias entidades financieras".
La banca nacional
En el comunicado de la entidad, que cuenta con la firma de Norberto Peruzzotti, director ejecutivo de la Asociación, se expresa que "las restricciones" que rigen al sector bancario "deben ser removidas tan pronto sea posible". Desde ABA, se señaló que la entidad "no ha accedido a la solicitud" formulada durante este fin de semana por las autoridades económicas.
Desde la vereda de enfrente, Roberto Feletti, titular del Banco Ciudad y miembro de Abappra, manifestó "no" estar sorprendido por la posición adoptada por ABA, por entender que ésta concuerda con la preferencia "de la banca extranjera a buscar la desintermediación rápida" y de "deslindar responsabilidad" frente a los fondos inmovilizados en el corralito.
Feletti aseguró que "evidentemente como dice Lavagna, y hay que darle la razón, no puede ser que todo el costo fiscal sea pagado por el Estado. Tiene que haber opciones para los ahorristas y compromiso de los bancos en la solución", explicó.
De esta forma, surgen puntos de desencuentro en el sector bancario respecto a las posibilidades de dar o no su apoyo a la iniciativa de Economía. Fue así que los contactos que mantuvo este fin de semana Lavagna, junto al secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, con los banqueros arrojó dos respuestas totalmente opuestas en el sector.
El proyecto de Economía contempla la emisión de un bono para ahorristas que sería canjeado por fondos en cuentas a la vista por un título a diez y tres años en dólares.
Para los plazos fijos reprogramados se piensa en un conjunto de mecanismos que permitirán, entre otras cosas, adquirir bienes registrables con fondos del corralito.
La Ciudad
