El Ministerio de Gobierno provincial, responsable de la población penitenciaria santafesina, elevó al gobernador Carlos Reutemann una nómina en la que se proponen varios predios para descongestionar los colapsados penales policiales. Tres plantas fabriles abandonadas -dos de ellas en Rosario-, viejos galpones del ferrocarril, un sector de la colonia psiquiátrica de Oliveros a rediseñarse y el proyecto de dos alcaidías en la nueva Jefatura de Unidad Regional II integran el listado.
Sólo falta el visto bueno del gobernador Carlos Reutemann y de su ministro de Hacienda, Juan Carlos Mercier, para que se ponga en marcha una inversión cercana a 4 millones de pesos para dar una solución a la superpoblación carcelaria. De ese modo 500 detenidos en los atestados penales de las comisarías serán trasladados a otras instalaciones adecuadas para su uso como prisiones.
"Esperamos la decisión política, que indudablemente está atada a la decisión económica", sostuvo el vocero que participó de la recorrida por fábricas cerradas, edificios públicos en desuso e instalaciones militares ociosas y que culminó con un listado de una decena de lugares con características arquitectónicas, accesos viales, servicios, propietarios, condiciones jurídicas, capacidad de alojamiento e inversión razonables para su readaptación.
Las ubicaciones
Los lugares que figuran en el listado oficial como apropiados para alojar reclusos son: \* La ex fábrica de heladeras y freezer Villber, ubicada en la localidad de Pavón Arriba, unos 50 kilómetros al sur de la ciudad de Rosario sobre la ruta provincial 21.
* Los galpones en desuso de la firma Pell Construcciones, en cercanías de avenida Presidente Perón y Circunvalación, en la zona oeste de la ciudad.
* Galpones abandonados de una antigua fábrica que se levantan en cercanías de Biedma y avenida de Circunvalación, en el sudoeste rosarino.
* La estructura de los talleres ferroviarios de la localidad de Laguna Paiva, 25 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe, en poder del Ente Nacional de Bienes Ferroviarios (Enabief).
* El antiguo albergue de menores en conflicto con la ley erigido en Recreo, 15 kilómetros al norte de la capital provincial.
* La futura alcaidía que se construirá en el predio de la nueva Jefatura de la Unidad Regional II, en Ovidio Lagos al 5200.
* Una nueva alcaidía a levantarse en el sector oeste de los terrenos de la misma Jefatura, dividida luego de la apertura de avenida Francia.
* La colonia psiquiátrica de Oliveros, previa readaptación de un sector del amplio predio al que se lo dotará de extremas medidas de seguridad y al que serán derivados los detenidos con problemas de adicciones.
Sobre este último destino, el vocero admitió que es el más conflictivo debido a la oposición presentada oportunamente por todos los estamentos del personal que trabaja en el lugar. Sin embargo, se reconoce que la idea de Oliveros está atada al concepto de que "muchos de los detenidos son adictos a drogas y desde la provincia se considera que esas adicciones son no sólo de origen social sino también psicológico. Por eso muchos de los presos delinquen cuando están bajo los efectos de las drogas y lo hacen para seguir consumiendo. Si se los aloja en un lugar adaptado para la detención pero también para su adecuado tratamiento estaremos logrando dos objetivos", aseguró la fuente.
Vale recordar que el proyecto de levantar prisiones reciclando viejas instalaciones tuvo el aval de los jueces penales rosarinos en diciembre del año pasado cuando fueron informados por las autoridades santafesinas. "Estamos de acuerdo con cualquier reforma a la situación actual, que de por sí es gravísima", dijo por entonces el juez Luis María Caterina a este diario.
Si, como todo está previsto, en las próximas horas el gobernador Reutemann toma la decisión política y el ministro Mercier encuentra la fórmula que habilite la partida de 4 millones de pesos para afrontar la remodelación de las instalaciones citadas, en pocas semanas se pondrá en marcha un plan que desde el retorno de la democracia fue prometido por todos y cada uno de los gobiernos santafesinos: descomprimir la superpoblación carcelaria.
En este orden, se sabe que la capacidad de los principales penales de la provincia (Las Flores, Coronda, Rosario y Santa Felicia) está saturada con unos 2.200 detenidos, al igual que los calabozos de las comisarías de Rosario y Santa Fe, donde se amontonan en condiciones infrahumanas otros 1.600 presos. Y mientras eso ocurre, los proyectos de las cárceles de Piñero y Timbúes siguen interrumpidos por la no menos grave crisis desatada por la devaluación.
La Ciudad
