Año CXXXV
 Nº 49.492
Rosario,
martes  28 de
mayo de 2002
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La provincia se notificó del reclamo de Leandro Riboldi
Era inocente y lo condenaron: pide 520 mil pesos por daños
Estuvo 14 meses preso. Lo acusaron de una serie de violaciones y zafó porque el autor confesó

A Leandro Martín Riboldi Ursiny lo acusaron de ser un violador serial. Estuvo 14 meses y 13 días detenido. Fue procesado por violación, privación de la libertad y robo a mano armada. Un juez lo encontró culpable y lo condenó a 7 años de prisión. De la cárcel lo salvó la confesión del verdadero violador cuando lo detuvieron tras un ataque fallido. Finalmente lo absolvieron pero su vida nunca más volvió a ser lo que era.
Riboldi quiere que le compensen los daños que le causaron y ahora la provincia acaba de notificarse de su reclamo. Antes de que lo acusaran tenía un trabajo, estudiaba en la universidad y llevaba una vida de lo más normal. De todo aquello no le quedó nada. Por eso demandó judicialmente al estado: exige 520.508 pesos de indemnización por los perjuicios que le ocasionaron la detención y la condena a pesar de que era inocente. La demanda se hizo hace meses pero la provincia se apercibió la semana pasada.
A Riboldi lo detuvieron el 15 de septiembre de 1998 por orden del juez de Instrucción Juan José Pazos. Desde principios de ese año en Rosario se sucedían una serie de violaciones y la policía sostenía que todas eran cometidas por la misma persona. Los ataques ocurrían siempre en el centro y las víctimas eran generalmente jóvenes estudiantes que vivían solas. Por eso la prensa lo llamó "el violador del centro".
La policía estaba desorientada y no podía identificar al autor. Las pistas nunca conducían a nada y los episodios se reiteraban. Riboldi se convirtió en sospechoso porque el padre de una ex novia lo involucró por una simple coincidencia: el joven asistía a tomar clases particulares de matemática en uno de los edificios donde hubo una violación. Y entonces comenzó su calvario.
Lo acusaron de cinco hechos en base a indicios que su abogada, María de los Angeles Milicic, siempre consideró tan débiles como arbitrarios. Lo mismo sostiene ahora el abogado Eduardo Scolara, que lo patrocina en la demanda por daños y perjuicios contra el gobierno de la provincia.
Sólo el tiempo y la fortuna dieron la razón a Riboldi y su defensora. Fue cuando cayó Néstor Omar Fica, un médico que se atribuyó las violaciones y terminó condenado a 20 años.
Antes Riboldi fue procesado por el juez Pazos y la fiscal Graciela Argüelles pidió que lo condenaran a doce años de prisión. El juez Ernesto Genesio lo sentenció a siete. El caso estaba en la Cámara Penal cuando Fica confesó. El 27 de noviembre de 1999 Riboldi recuperó la libertad, y el 10 de marzo de 2000 los camaristas Juvencio Mestres, Humberto Giménez y Ramón Ríos finalmente revocaron la condena. La defensa pidió que las costas fueran pagadas por el Estado provincial, pero la Cámara lo rechazó.
Después los abogados hicieron un planteo administrativo ante el gobierno reclamando los daños y perjuicios. Es un trámite obligatorio que al menos esta vez resultó inútil: jamás obtuvo respuesta. Ahora el reclamo se convirtió en una demanda judicial de 78 páginas que el abogado Scolara basó en las graves irregularidades y arbitrariedades del proceso que llevó a condenar a Riboldi por delitos graves que jamás cometió.


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