Año CXXXV
 Nº 49.490
Rosario,
domingo  26 de
mayo de 2002
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Mercados: Un menú para salir del corralito
Se abrirá un abanico de posibilidades pero lo más seguro sigue siendo vender el plazo fijo y comprar dólares

Salvador Di Stefano

El gobierno nacional comunicará esta semana las medidas que se estudian para resolver el problema de los depósitos inmovilizados y también la dolarización de los bonos y préstamos garantizados que oportunamente se pesificaron.
Las medidas que se estudian para resolver los problemas de los depósitos inmovilizados son las siguientes:
* Los depósitos de origen en dólares pueden ser canjeados por un bono en dólares a 10 años de plazo con 2 de gracia para el pago de la amortización, que será pagadera en 8 pagos anuales y consecutivos del 12,5% del capital. La tasa que pagara es Libo a 180 días, que en la actualidad equivale al 2,12% anual. En este caso también podrían optar por un bono en pesos del tipo que se describe en el punto siguiente.
* Los depósitos de origen en pesos pueden ser canjeados por un bono en pesos a cinco años de plazo, cuyo capital vencerá en 8 cuotas semestrales y consecutivas del 12,5% del capital. El saldo será actualizado por el CER y la tasa de interés que se pagará será del 2% anual. También pueden optar por este bono los tenedores de plazos fijos en dólares.
* A los ahorristas exceptuados de la reprogramación, que comprende a las personas mayores de 75 años, con graves problemas de salud o a quienes tienen el deposito realizado con fondos de indemnizaciones o seguro de vida o accidentes, les ofrecerán un bono a 3 años de plazo en dólares y con amortización anual. La tasa que pagará será Libo a 180 días, y se abonará semestralmente.
* Los bonos servirán para pagar todo tipo de deuda, sean de personas físicas o jurídicas. Como las deudas están pesificadas se tomarán a un dólar de 1,40 para su cancelación. Además no se tomará su valor nominal sino la diferencia entre el valor de compra y el valor nominal. También servirán en un porcentaje para comprar viviendas, construcción, o terminación de viviendas. También se pueden adquirir autos cero kilómetro o suscribir acciones de empresas o fondos comunes de inversión. La utilización de bonos para compra de activos podría ser muy perjudicial para la economía ya que sacaría dinero inmovilizado y lo transformaría en dinero transaccional que más tarde o más temprano se dirigirá a la compra de dólares. En la actualidad en dinero transaccional sobran algo así como 15.000 millones de pesos, de esta forma se inyectarían más fondos con lo cual el mercado se adelantaría y el dólar treparía a niveles más altos que los actuales.
* Quienes no deseen optar por un bono en dólares seguirán con su plazo fijo reprogramado, que puede utilizarse para cancelar deudas, pero su operatoria deberá pasarse por la Bolsa de Comercio, sin costo para el vendedor del plazo fijo.
De todo esto se desprende que existe un abanico de opciones para el tenedor de plazos fijos reprogramados, pero sigo opinando que lo mejor pasa por vender el plazo fijo y comprar dólares, ya que no hay garantía alguna de que el plazo fijo reprogramado, no sea re-reprogramado o que el bono que entreguen no sea pasible de una quita de capital a futuro.
En cuanto al resto de los títulos públicos y préstamos garantizados que fueron pesificados, esta medida sería suspendida y volverían a dólares. Esto se debe a que el Estado podría perder los juicios que algunos inversores le iniciaron por la pesificación, no obstante quien desee pesificarlos a 1,40 más CER puede hacerlo.
Si efectivamente se aplica esta medida, el gobierno deberá invitar a los tenedores de bonos y préstamos garantizados a una quita de capital e intereses, ya que de dolarizarse los títulos a su valor original (quien tenía 1.000 dólares en títulos paso a tener un título de 1.400 pesos más el CER y ahora volvería a tener un título de 1.000 dólares) la deuda externa argentina se ubicaría en los 135.000 millones de dólares, que sería el equivalente al 100% del Producto Interno Bruto (PIB).
En cualquier caso se observa a los tenedores de bonos mucho más cómodos aceptando una quita, pero manteniendo el valor en dólares, que pesificando y aplicando el CER.
Conclusión: el gobierno sigue pretendiendo arreglar el problema financiero sin acordar con el FMI o reestructurar a la deuda. Hasta tanto no ocurran estos dos hechos, las marchas y contramarchas estarán a la orden del día. Este fin de semana estamos más ilusionados, parece que en algunos primó la cordura, o están sintiendo el peso de las leyes de la Nación. Ojalá este sea el comienzo de un camino más racional, aunque nos cueste creerlo.


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