Año CXXXV
 Nº 49.490
Rosario,
domingo  26 de
mayo de 2002
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López Murphy: "Yo quiero terminar con este régimen"
El ex ministro dijo que el actual gobierno no es de derecha sino que es populista

Carlos Colombo / La Capital

Ricardo López Murphy se siente a gusto en Rosario. Metido de lleno en la construcción de su candidatura presidencial sorprende a propios y extraños cuando se define identificado con las propuestas del presidente socialista chileno, Ricardo Lagos. En una entrevista con La Capital estimó que de haberse implementado su paquete económico Fernando De la Rúa seguiría siendo presidente y asegura que el ex mandatario cayó por errores propios y por la acción del PJ y la UCR bonaerense, pero no adscribe a la teoría del complot. Tiene una "buena opinión" de Carlos Reutemann, pero aclara que si apoya a Carlos Menem "no hay nada que conversar".
-¿Se ha convertido en la niña bonita de la derecha?
-No creo que yo sea una figura fácilmente enmarcable en la geometría política, porque lo que he defendido es que la sociedad argentina tenga una política homologable, que sea traducible a la práctica política del resto de las Naciones. Nuestra política no es de derecha ni de izquierda: es populista, es no homologable. A mi me resultan más satisfactorias las políticas y las propuestas del presidente Lagos, que las que lleva adelante el gobierno argentino. Ahora a lo mejor, en términos de geometría política, usted cree que el partido socialista chileno y Lagos son de derecha.
-Si en marzo del 2001 Fernando de la Rúa hubiera apoyado su plan económico, ¿se hubiera evitado todo esto?
-Eso es seguro.
-¿Y De la Rúa seguiría siendo presidente?
-Sospecho que sí, porque se hubieran encauzado la situación presupuestaria y la confianza en el país, eso no quiere decir que hubiera sido un tránsito fácil.
-Ahora estamos más cerca de un dólar a 4 pesos que del uno a uno.
-Ahí tiene un ejemplo de los ajustes. Fíjese que correcciones menores fueron repudiadas por el sistema político y terminamos en un sobreajuste brutal.
-¿Se refiere a su idea de bajar un 10% los salarios? Ahora cayeron un 70%.
-Ese es un buen punto de vista, es una buena comparación. Por eso la geometría política es difícil ahora, si los de la izquierda hicieron esto, ¡Dios mío!, obviamente estoy del otro lado.
-¿Por qué cayó De la Rúa?
-Hubo un proceso de deterioro de la coalición gobernante muy serio, porque la propuesta que se llevó al gobierno suponía que iba a administrar la recuperación económica, pero la realidad fue sumamente compleja y no estaban preparados para esa tarea. Y, obviamente, hubo una acción muy negativa tanto de la coalición como de la oposición, básicamente desde la provincia de Buenos Aires. Diría la coalición que gobernaba la provincia de Buenos Aires. En la última campaña electoral concentraban un fuego graneado contra el poder central, cuando es difícil pensar en una provincia peor administrada que Buenos Aires. Ahora, de ahí a argüir que hubo un complot hay una diferencia enorme.
-¿Por qué Carlos Menem cada vez que puede lo alaba y dice que le gustaría tenerlo de ministro?
-Supongo que él cree que de esa manera avanza sobre un espacio de la opinión pública que me tiene bien considerado. Ahora, estoy construyendo otra alternativa y en ningún caso pienso en Menem para el Ministerio del Interior.
-¿Cuál es su opinión sobre Reutemann?
-Tengo una buena opinión en términos de lo que ha sido su gestión, su trayectoria política, su conducta, su equilibrio y su balance. Reutemann está inscripto en la coalición política tradicional, ha dicho que va a apoyar Menem. Obviamente, si esa es la estrategia, no hay nada que conversar.
-Hoy utilizó la frase "fuego graneado", antes fue "tambor batiente" y "paso redoblado". ¿Por qué adscribe a esos términos castrenses?
-Diría que uso sin temor las expresiones que provienen de la lectura de un área que incluyó mi preocupación académica. Acá hay mucho temor de no lucir políticamente correcto. Yo quiero terminar con este régimen.



El economista tiene la mira fija en el sillón de Rivadavia.
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