| | El debate sobre la propiedad de los medios Inglaterra desregula y Estados Unidos no devuelve el favor
| Charles Goldsmith / The Wall Street Journal
El plan de Gran Bretaña de abrir su industria de medios de comunicación a la propiedad estadounidense fue percibido por algunos como una invitación a que Washington hiciera lo mismo. Pero no hay que esperar a que el gobierno de Estados Unidos devuelva el favor pronto. Los esfuerzos anteriores por relajar las reglas que limitan severamente el que un medio de comunicación en Estados Unidos esté en mano de los gobiernos, compañías o individuos extranjeros han fracasado. Los expertos de la industria de los medios de comunicación dicen que el ambiente para cualquier desregulación de ese tipo probablemente ha empeorado, dados los cambios de liderazgo en el Congreso y las crecientes inquietudes de seguridad nacional como consecuencia de los ataques del 11 de septiembre. "La idea de que un representante de Osama Bin Laden pueda comprar un medio de comunicación estadounidense hace que mucha gente se detenga a pensar sobre el asunto", dijo una persona que hace lobby de medios en Washington. Además, dicen personas familiarizadas con la situación, los esfuerzos de lobby de la empresa alemana de medios Bertelsmann AG a favor de un relajamiento de las reglas de propiedad para extranjeros en Estados Unidos se vieron afectados cuando salió a la luz pública que el presidente del directorio había asistido a una reunión en Alemania en la que se pretendía buscar una forma de dividir al atribulado conglomerado de medios alemán Kirch Group, dejando fuera a extranjeros poderosos como Rupert Murdoch. Algunos en Washington consideraron que eso minaba el argumento de Bertelsmann en su lobby a favor de las políticas de medios de puertas abiertas. Bertelsmann, cuya unidad de televisión, RTL Group, ha buscado desde hace tiempo expandirse en Estados Unidos, se negó a hacer comentarios sobre el asunto. Las leyes estadounidenses establecen un estricto límite de un 20% en la propiedad extranjera de cualquier medio de comunicación, así como también un límite de un 23% en propiedad indirecta a través de, por ejemplo, una participación en un holding. La Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC) puede conceder excepciones a la regla del 23% bajo argumentos de políticas públicas, pero rara vez lo ha hecho para los medios de comunicación. La semana pasada, Gran Bretaña dijo que planea eliminar su regla que limita a un 25% la propiedad de una empresa de fuera de la Unión Europea en un medio de comunicación británico. La medida de hecho invita a las compañías estadounidenses de medios como AOL Time Warner Inc, Walt Disney Co o Viacom Inc a hacer ofertas por activos de medios de comunicación como la cadena ITV, la televisora comercial más grande del país, ahora bajo el control de Granada Media PLC y Carlton Communications PLC. Aunque la medida fue unilateral, una portavoz del Ministerio de Cultura de Gran Bretaña dijo que el país había "dado el primer paso" y que "hay expectativas" de que Estados Unidos y otros países eventualmente tomen medidas similares. Sin embargo, expertos en medios de comunicación dicen que el regreso del senador Ernest Hollings, demócrata de Carolina del Sur, a la presidencia del Comité de Comercio del Senado hace que cualquier medida de ese tipo sea muy poco probable en el futuro inmediato. Hollings, quien se ha opuesto ferozmente a liberar las reglas de propiedad extranjera en Estados Unidos, se convirtió en la cabeza del comité cuando los demócratas recuperaron el Senado el año pasado. La National Association of Broadcasters, un importante grupo de lobby de operadores de estaciones de TV y radio en Estados Unidos, no ha asumido ninguna posición frente al asunto, dijo un portavoz. Las restricciones de propiedad en Estados Unidos datan desde las primeras legislaciones de medios en los años 20 y 30, y reflejan las inquietudes de seguridad nacional de que los enemigos se apoderaran del control de comunicaciones de radio vitales. "La idea de que hay un aspecto de defensa serio ha desaparecido casi por completo", dice Phil Verveer, un abogado de Washington con la Firma Willkie Farr & Gallagher, especializado en asuntos de comunicaciones. "Ahora la ansiedad es que las estaciones se puedan convertir en instrumentos de propaganda de países ante los cuales tenemos ciertas inquietudes". En Gran Bretaña, dice la portavoz del Ministerio de Cultura, las restricciones a la propiedad extranjera estaban diseñadas originalmente para "proteger las voces democráticas", en otras palabras, para asegurar que los medios de comunicación británicos no se vieran abrumados por la competencia extranjera. Pero las medidas liberalizadoras anunciadas la semana pasada concluyeron que la nacionalidad del propietario de una licencia de medios carece de importancia, mientras las reglas de competencia sigan vigentes para "evitar la concentración excesiva". Al abrir las puertas a la propiedad estadounidense de medios de comunicación, el gobierno inglés está reconociendo abiertamente que la industria del país ha quedado rezagada tanto en tecnología como en conocimientos de marketing. "El principal motivo para haber abierto nuestras reglas de propiedad de medios es para poner a la industria de la TV británica a la vanguardia, para obtener la experiencia y la tecnología" de las grandes empresas de medios de Estados Unidos, dijo una portavoz. Varias empresas de medios grandes dijeron que había que estudiar la propuesta de Gran Bretaña en profundidad, pero los planes claramente llamaron la atención de las grandes empresas. Disney dijo que "recibe calurosamente" las propuestas de Gran Bretaña y añadió que "este paso crítico abrirá nuevas posibilidades para las empresas británicas de ser parte de un creciente mercado de medios internacional".
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|