En el predio del ex Regimiento de Infantería y con mucha austeridad, del 12 al 21 de julio se realizará en Catamarca la XXXII Fiesta Nacional del Poncho. Durante la festividad, la provincia del noroeste mostrará su cultura y potencial industrial y comercial.
En la preparación de la gran fiesta de los catamarqueños trabajan 300 artesanos, provinciales y nacionales, además de miembros de comunidades indígenas.
Durante el encuentro, como ya es habitual, se desarrollarán simultáneamente actividades culturales y recreativas, y se organizarán talleres artesanales de alfarería, maderas, tejidos, cestería y comidas regionales. Los espectáculos folclóricos, en su mayoría a cargo de artistas locales, se realizarán en el Patio del Encuentro, donde estaba la vieja Plaza de Armas del Regimiento.
En el predio habrá dos carpas de carácter institucional, cinco para comidas, dos para el sector comercial y cinco donde se exhibirá la rica artesanía catamarqueña. Durante esta edición se desarrollará el festival para chicos "Ponchito", con juegos y actuaciones folclóricas.
Pero la cuna del poncho criollo, la localidad de Belén, se encuentra a 320 kilómetros de aquí, en el departamento del mismo nombre. Cuentan que eran de Belén los ponchos que abrigaron a Facundo Quiroga y a Felipe Varela, y que fue una catamarqueña, María Mercedes de Arce, la que tejió uno de vicuña para el general Lavalle.
Ponchos para regalo
Convertidos en regalos diplomáticos, de los telares de Belén surgieron los ponchos que Argentina le obsequió a la infanta Isabel de España y a personalidades como el papa Pío XII y el presidente norteamericano John Kennedy.
Las tejedoras viven en los suburbios donde están las "techo torta", casas de adobe con techo de paja y barro, que es donde las humildes mujeres belichas cocinan y tejen, lavan y tejen, viven y tejen.
De la habilidad ancestral de las mujeres tejedoras surgen los pullos, frazadas que abrigan en las noches crudas con la buena mezcla de lanas de llama y oveja; los pellones para montar y el típico poncho catamarqueño de guanaco, que además es impermeable.
Las artesanas explican que los "calamacos" son ponchos que se tejen con lana de guanaco y oveja y dicen que los más caros son los que se hacen con pelos de panza y lomo de vicuña.
Belén también es la tierra natal de artistas como Luis Franco, escritor, artesano y hacedor de vino, y del poeta Cholo Sánchez.