Es indudable que la crisis por la que atraviesa el país influye en todos los órdenes de la vida de sus habitantes. Y el rugby no escapó a esta realidad. Es más, podría decirse que hasta influyó directamente en el juego.
El hecho de no cobrar un peso ya sea por jugar o por entrenar hace que tanto entrenadores como jugadores, más en este momento, tengan la cabeza puesta en sus obligaciones personales y no en el juego. Hasta resulta lógico y comprensible que ese hombre que por ahí está realizando un gran esfuerzo piense más en el corralito que en la pelota de rugby. Toda esta situación se trasladó al campo de juego.
Salvo contadas excepciones el nivel exhibido en el rugby local fue bastante pobre, chato. Algunos chispazos en determinados momentos parecieron encender alguna esperanza pero fueron sólo intentos aislados. Encima, los jugadores de calidad emigran dejando un hueco muy difícil de llenar.
Si a esto se suma que cada vez son menos los jugadores dotados técnicamente (ya no abundan los Darda del Castillo o los Pablo Bouza, por ejemplo) y que muchos entrenadores manejan muy poco las tácticas y estrategias, hace que los resultados obtenidos comiencen a acercarse mucho a lo que está sucediendo en Rosario que, de siete equipos intervinientes en el Regional del Litoral, sólo lograron acceder tres: Jockey Club, Duendes y Gimnasia. Estos tres equipos ganaron sus respectivas zonas pero en el balance, la inconformidad fue el factor común.
Los verdiblancos tuvieron una zona muy accesible de acuerdo a su potencial. No obstante en determinados momentos cayeron en desconcentraciones que las sufrió en su propio ingoal.
Duendes, en tanto, tuvo muchos problemas para armar un equipo equilibrado. En su pico más bajo, cayó ante Crai. Los recambios llevaron y llevarán aún su tiempo pero en los dos últimos compromisos el conjunto verdinegro pareció encontrar el ansiado equilibrio aunque está lejos de ser el Duendes de otros años.
Gimnasia, a su vez, si bien ganó todos sus partidos, sólo los dos encuentros ante Old Resian los definió con autoridad. En los otros, primero debió sufrir.
Con respecto a los otros equipos, de Universitario de Rosario, Logaritmo y hasta de Old Resian se esperó un poco más. De todos ellos, el equipo de Las Delicias fue el que más quedó en deuda. En tanto Provincial evidenció que le falta para seguir el ritmo de primera división.
Santafesinos
Los santafesinos metieron dos equipos (Universitario y Santa Fe Rugby), y no es que la crisis no los afectó, pero hay que tener en cuenta que el tipo de juego que desarrollan no es el mismo que el que se trata de hacer en Rosario. Los equipos de la capital provincial tienden a jugar un rugby más destructivo que de creación, lo que hace que entrenar para jugar de esa forma sea mucho más fácil.
Estudiantes es el único equipo de Entre Ríos que accedió a la lucha por el campeonato. Y si bien tiene infraestructura, gente y está recuperando un camino perdido, a sus jugadores (sobre todo los de primera división) les falta calidad en el juego. Por el momento continúa siendo el "gigante dormido" del campeonato.