Año CXXXV
 Nº 49.489
Rosario,
sábado  25 de
mayo de 2002
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La manifestación popular preocupó a la embajada peninsular en Buenos Aires
Un centenar de personas ocupó el consulado de España en Córdoba
Vecinos y desocupados se oponen a la postura del gobierno ibérico sobre la deuda argentina

Un grupo de cien personas se instaló ayer en la planta baja del consulado de España en Córdoba para protestar por la actitud del jefe del gobierno español, José María Aznar, quien días atrás le recomendó a su par argentino Eduardo Duhalde cumplir con los pedidos del FMI para no agravar la crisis local, según precisó Noé Quinteros, uno de los convocantes de la manifestación, quien explicó que la protesta era "contra el señor Aznar, quien a la manera de amo del mundo pretende darnos consejos. Hace 500 años que nos vienen explotando y es hora de que digamos basta".
La protesta duró cerca de ocho horas, dado que alrededor de las 19.30, cuando dentro del consulado sólo quedaban unas seis personas las puertas se cerraron ante la llegada del fiscal federal Carlos Torres, quien ni bien ingresó a la sede comenzó a tomarle los datos personales a los manifestantes que no llegaron a salir del lugar.
El fiscal se limitó a indicar a la prensa que tres de las personas que habían participado de la ocupación del hall fueron imputadas en una causa aunque no precisó con qué cargos.
En respuesta a la actuación judicial, un grupo de vecinos colgó de un alambre una bandera de Estados Unidos y un billete de un dólar y los quemaron.
El caso seguirá ante el juez federal Ricardo Bustos Fierro, quien se encontraba de turno cuando ocurrieron los hechos y les ordenó a los manifestantes desalojar el sitio.
La situación vivida en Córdoba también mantuvo "preocupados" a los diplomáticos en la embajada de España en Buenos Aires, según admitieron fuentes de esa sede, al recordar que "nunca pasó una cosa así".
La manifestación fue integrada por varios desocupados y el grupo de Vecinos Autoconvocados, quienes aprovecharon la víspera del día de la Revolución de Mayo para instalarse en la sede española y comparar la situación político-económica actual con la de 1810.
Así, Quinteros reveló ante la prensa que "no queremos ser más hijos de la madre patria" y que intentarán cambiarle el nombre a la plaza España, un paseo público ubicado a metros de la sede diplomática, por el de Comechingones, en alusión a los aborígenes que poblaban la región antes de la llegada de los conquistadores.

Un centenar al principio
Si bien por la mañana eran cien los manifestantes instalados en el consulado, la mayoría dejó la sede en forma pacífica y siguió las alternativas de la protesta desde la calle.
La ocupación del consulado, ubicado en boulevard Chacabuco 830, del barrio Nueva Córdoba, comenzó cerca de las 11.30 de ayer y también hubo un incidente menor cuando se enfrentaron guardias de seguridad y algunos manifestantes.
Al principio, algunos de los manifestantes dijeron que sólo se habían acercado al consulado para tramitar un permiso de trabajo o la nacionalidad española, pero luego admitieron el cariz político de su protesta al apuntar sus críticas al consejo que le dio Aznar a Duhalde el jueves pasado durante una reunión en Madrid.
Cuando se produjo la irrupción del grueso de los manifestantes en el hall del edificio, en su oficina se encontraba el canciller del consulado, Manuel Jesús Collado, quien se sorprendió por la protesta. La sede diplomática quedó custodiada por efectivos de la policía provincial y federal. (DyN)



Antes, la gente simuló hacer trámites de radicación.
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