La obra del puente Rosario-Victoria sigue en un stand by permanente. Aunque la concesionaria y el gobierno nacional dicen que no está parada, las tareas que se hacen son muy pocas. Es más, el obrador parece un campamento sin gente. Mientras tanto, no hay avances en cuanto a las negociaciones para retomar el ritmo anterior de los trabajos. La empresa Puentes del Litoral SA, que había anunciado la paralización por falta de financiamiento externo, ahora busca un crédito de la banca argentina para terminar el proyecto. O espera una línea del Estado, por más que la intención de las autoridades es que la firma cumpla con el contrato y habilite la ruta en septiembre. Todavía dicen que están a tiempo, pero la solución no se ve en un corto plazo.
La obra está ejecutada en un 90 por ciento. Se trabaja en las protecciones laterales de los terraplenes y en algo de mantenimiento. Resta asfaltar la mitad de la traza, instalar parte de la iluminación, concluir la estación de peaje y otras terminaciones. No quieren decir que la obra está parada, pero hoy hay menos de 100 empleados.
En marzo pasado, la empresa anunció la paralización del proyecto porque se había caído el crédito internacional solicitado y pidió un subsidio al Estado. Los gobiernos nacional y provinciales ya cumplieron con la inversión pactada en el contrato (241 millones de pesos). Por eso, la dirigencia le exigió a la concesionaria que cumpla con lo suyo. Estaba obligada a poner 141,1 millones de pesos, 30 millones con fondos propios y 113,1 millones con un préstamo externo.
Los ritmos de trabajo disminuyeron, parte del personal fue desafectado y se terminaron las estructuras (puentes, terraplenes) para evitar un deterioro mayor. En tanto, la firma se presentó en el proceso de renegociación contractual, tal como lo prevé la ley de emergencia económica.
Un crédito nacional
Ahora el gerente general de Puentes del Litoral, Carlo Del Mastro, aclaró que "la obra no se detuvo", y que están a la búsqueda de un crédito dentro del país para terminarla. "El grupo no pondrá más un peso porque ya invirtió más del doble de lo previsto para no parar la obra", dijo.
Y en la propuesta para la renegociación pidieron un subsidio estatal para concluir la obra. "Faltan 30 millones de pesos en trabajos y 40 millones para pagar a los proveedores", apuntó.
Algunos sospechan que el dinero podría salir del Fondo Vial que se recauda con los combustibles, que en parte ya es destinado a pagar las deudas con los concesionarios viales.
La Nación ratificó la postura de no ceder un peso al grupo. Lo hizo el subsecretario de Obras Públicas en una reunión privada desarrollada en el municipio de Rosario hace 19 días. También lo confirmó a La Capital el titular del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi), Carlos Hidalgo, quien se esperanzó en que la empresa consiga el préstamo en gestión.
Del Mastro sostuvo que "aún se está a tiempo" para terminar el puente en fecha, septiembre próximo, según el contrato. Pero es poco probable, ya que se necesitan "cuatro meses de trabajo intensivo". Todavía no se habla de una prórroga en los plazos. Nadie se atreve a dar una fecha.
La solución no parece simple ni rápida, y el tiempo pasa. Encima, el clima político y económico del país no contribuye a la hora de encontrar una salida.