Rodolfo Montes / La Capital
Luis Zamora llega hoy a Rosario para lanzar Autodeterminación y Libertad (AyL), el nuevo movimiento político que tuvo su debut en las elecciones de octubre de 2001, en las que fue respaldado con 140 mil votos sólo en el distrito Capital Federal. El dirigente estará en el Centro Cultural La Toma (Tucumán 1349), a partir de las 9. Desde los sucesos de diciembre, con la caída de Fernando de la Rúa en adelante, la figura del ex dirigente del MAS no dejó de crecer en las encuestas y hoy está en el centro de todas las miradas.
Con estilo austero, convicciones intactas, coherencia irreprochable y profunda autocrítica de su pasado trotskista, Luis Zamora es la estrella política del momento. "Hoy hay una revolución en la cabeza de millones de argentinos que están repensando todo", le dijo en exclusiva a La Capital.
"El gran reconocimiento que tengo es estimulante. En lo personal, sería un orgullo ser presidente si la mayoría de la población estuviera dispuesta a un cambio grande en el país. Si soy yo u otro el candidato que debe expresar ese cambio, para mí es lo de menos. Lo importante es que la gente por sí misma motorice el cambio", agregó el diputado.
-Los cacerolazos no se escuchan tanto como hace 4 meses.
-La población no está acosando a Duhalde hoy con tantos cacerolazos porque no quiere cambiarlo por un (José) De la Sota, o por un (Carlos) Reutemann. La gente está pensando que tiene que enfrentar la construcción de algo distinto, y para eso nos falta gimnasia a todos, no es parte de nuestra cultura.
-¿Duhalde se tiene que ir ya?
-Cada día que pasa se profundiza la debilidad de Duhalde. Nunca en la historia nacional sopapearon a un presidente argentino como le pasó a Duhalde en su viaje a España e Italia. Le dijeron públicamente qué tenía que hacer. Cada medida que toma este gobierno reduce su horizonte. Las elecciones anticipadas no son una solución mágica a la crisis, aunque es mejor el voto de la gente que un acuerdo en el quincho de Olivos.
-¿Usted tiene propuestas o son solamente protestas?
-Tenemos propuestas generales y apelamos a que los ciudadanos aporten nuevas ideas. Nuestro movimiento no es para quienes crean que tener una buena relación con FMI es beneficioso para el país. Tampoco tenemos como movimiento respuestas para todas las cosas. Si nos piden precisiones sobre el corralito, la pesificación, tenemos opinión y propuestas. Lo que sí, no creemos tener la única respuesta a los problemas.
-¿Qué le posibilita el trabajo desde la Cámara?
-Nosotros consideramos útil tener una representación parlamentaria para ayudar a vertebrar un movimiento. Pero tenemos claro que la actividad más importante que podemos realizar está afuera del Parlamento.
-¿La explosión de crecimiento que está experimentando AyL facilita o complica su trabajo?
-Nuestros tiempos no son electorales. Vamos de acuerdo a los requerimientos de los que se van integrando. Nos llamaron de Neuquén, y ahí fuimos. Ahora llegamos a Rosario porque nos están llamando. No pretendemos constituir un grupo cerrado donde el requisito para participar sea ceñirse a un conjunto de ideas inmóviles.
-¿Teme que se desvirtúe su movimiento?
-Es verdad que al realizar una invitación tan amplia siempre existe el riesgo de caer en las viejas prácticas, de encontrarse con desprendimientos de partidos tradicionales que vienen y me dicen: "Zamora, tengo 500 fichas".
-¿Le pasó?
-Sí, y al dirigente, que venía del justicialismo, le contesté que no nos interesan las fichas. Nos interesa que vengan a compartir un modo nuevo de ver la política.
-¿Cuáles son los ejes del movimiento?
-Son la denuncia a la globalización capitalista y su consecuencia de barbarie para el mundo. Nos planteamos un movimiento que apele a la autodeterminación más que a la conducción de los movimientos populares; el funcionamiento horizontal interno, que es un objetivo porque no puede lograrse de entrada. También tenemos una definición socialista en el sentido de negación capitalista. No tenemos definición del tipo de socialismo que nos planteamos construir, y eso se irá dando con el proceso. Ahora, a quien cree que hay posibilidades de desarrollar un capitalismo más humano, por un lado, y a quién cree en la utilidad de las antiguas estructuras de los partidos tradicionales de izquierda en la Argentina, por el otro, les decimos que AyL no es el ámbito.
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Zamora goza en la actualidad de una imagen muy sólida. (Foto: Julio Menajovsky) |  | Ampliar Foto |  | |
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